Internacional

Dexia, Commerzbank e ING dejan en evidencia la debilidad de la banca europea

A pesar de que todos los focos parecen apuntar ahora a España, el sector bancario europeo en su conjunto continúa en una posición de franca debilidad. Así al menos se desprende de los resultados presentados hoy por el franco-belga Dexia, el alemán Commerzbank y el holandés ING, todos ellos rescatados con fondos públicos desde que se inició la crisis.

Dexia perdió 431 millones de euros en el primer trimestre del año, números rojos que se suman a las pérdidas récord de 11.600 millones registradas en 2011, según las cifras no auditadas presentadas hoy. Las depreciaciones del capital y el coste de las garantías que se pagan a Bélgica, Francia y Luxemburgo pesaron especialmente sobre los resultados de la entidad, que ha reconocido unas necesidades de financiación a corto plazo de 61.000 millones de euros.

En ese sentido, ha avisado que el acuerdo sobre una garantía temporal para financiar la entidad, que prevé aportar un máximo de 45.000 millones de euros, se está haciendo esperar ya que es “improbable” que las discusiones con Bruselas se puedan completar en mayo.

En octubre del año pasado, los Gobiernos de Bélgica, Francia y Luxemburgo acordaron un segundo rescate multimillonario para Dexia, a la vez que decidieron partir el banco en tres y aislar los activos tóxicos en un ‘banco malo’.

Sí se mantuvo en beneficios el Commerzbank, controlado en un 25% por el Estado alemán, si bien sus ganancias se redujeron un 62,5% hasta los 369 millones de euros. El segundo mayor banco del país ha explicado que esta caída se produjo por la exposición a la deuda soberana de Grecia y otros países de la zona del euro.

En esa línea, Commerzbank ha reconocido que en el primer trimestre incrementó en un 3,5% su exposición a la deuda soberana española, hasta los 2.900 millones de euros. A Italia la exposición aumentó un 6,3% hasta los 8.400 millones.

Menos transparente ha sido esta vez el holandés ING Groep. La entidad, que en España está presente como banco, ING Direct, y con el negocio de seguros, ha dejado este trimestre de desglosar los resultados de la división bancaria, algo que sí había hecho hasta ahora. En todo caso, ING obtuvo un beneficio neto de 680 millones de euros en los tres primeros meses del año, un descenso del 50,8% respecto al mismo período del año anterior.

El banco ha explicado que sus cuentas reflejan un impacto negativo de 515 millones de euros por elementos extraordinarios, incluyendo una provisión de 370 millones en relación con un proceso abierto respecto a sus actividades comerciales en EEUU, así como un ajuste negativo en el valor de su deuda por el estrechamiento de los diferenciales.

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