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Bolivia quiere empezar a explotar el litio sin ayuda de socios extranjeros

Dexia, la entidad franco-belga que ya ha tenido que recibir varios paquetes de ayuda estatal desde el inicio de la crisis, se desplomaba este lunes más de un 23% en la Bolsa de Bruselas después de que el banco holandés ING haya dicho que no vale prácticamente nada.

Los analistas de ING consideran que los títulos de Dexia valen 0,01 euros cada uno, y no los 0,10 euros que cotizan actualmente en el mercado. Tras publicar el informe, los inversores han dado la orden de vender. Dexia ya ha recibido 56.900 millones de euros en concepto de ayudas por parte, fundamentalmente, de los gobiernos de Francia y Bélgica (Luxemburgo colaboró al principio y luego se desvinculó).

Fueron 6.400 millones de euros en 2008 y 45.000 millones de euros a finales de 2011. Hace unos días se hicieron evidentes unas nuevas necesidades por valor de 5.500 millones de euros. En total, ya son 56.900 los millones que han ido a parar a las arcas públicas de esta entidad en concepto de rescate emitido por las autoridades de ambos países. La sangría no parece tener fin y la cantidad ya supone más de la mitad del rescate europeo a la banca española, 100.000 millones.

El consejo de administración del banco franco-belga Dexia aprobó la semana pasada el plan de reestructuración y liquidación ordenada del grupo, sobre el que la Comisión Europea se pronunciará previsiblemente antes de fin de año, según informó la entidad.

Este plan confirma la estrategia seguida por Dexia desde el rescate por parte de los gobiernos belga, francés y luxemburgués en octubre de 2011 y pretende evitar la materialización de riesgos sistémicos que hubiera supuesto para los sistemas financieros de Bélgica, Francia y Europa la suspensión de pagos del grupo.

El plan incluye la venta de varias entidades operativas del grupo, un proceso que está muy avanzado, ya que Dexia se ha desecho de prácticamente la totalidad de sus filiales comerciales.

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