La Generalitat de Cataluña comenzará a recetar a partir de septiembre, y de forma voluntaria, «inhibidores reversibles del deseo sexual» a violadores reincidentes que queden en libertad tras cumplir condena. La medida, que también se conoce como castración química, es pionera en España, y fue acordada por un Comité de Expertos el año pasado.
La consellera de Justicia de Cataluña, Montserrat Tura, informó que ya habían localizado a varios presos «susceptibles de someterse de forma voluntaria» a este proceso, según EFE. También aseguró que sería «un éxito» que tres presos se sometieran cada año al método.
El uso voluntario del inhibidor fue acordado por un Comité de Expertos, presidido por José María Mena, que acordó una batería de medidas para minimizar los riesgos de reincidencia de los violadores que quedasen libres al cumplir condena. El método consiste en un programa farmacológico de «supresión hormonal reversible» para reducir el deseo sexual, de manera complementaria a otros tratamientos «psicosociales».
Pese a esto, ya se declaró que esta vía no era infalible, pues existen casos de extirpación de los órganos sexuales en violadores que han reincidido tras la operación.
