Internacional

Los bancos europeos amplían su negocio a costa de las entidades regionales de EEUU

Los problemas que atraviesa la banca regional estadounidense, en la que se suceden las quiebras a lo largo del año, es aprovechada por los bancos europeos, que han visto en la debilidad de las medianas y pequeñas entidades financieras de EEUU una oportunidad para entrar o ampliar sus negocios en la mayor economía del mundo.

BBVA se convirtió el pasado viernes en el primer banco de fuera de EEUU en hacerse cargo de los depósitos y activos de una entidad quebrada en los dos años y medio de crisis. El gigante bancario español, que opera en EEUU bajo la marca BBVA Compass, ganó la puja por el texano Guaranty Financial y adquirió las operaciones de banca de la entidad a la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC). En concreto, el banco español compró un total de 12.000 millones de dólares en activos y asumió 11.500 millones en depósitos.

Otras entidades europeas pretenden ahora seguir la estela del BBVA e incrementar su presencia en EEUU mediante este procedimiento. Es el caso del francés BNP Paribas, que opera en la mayor economía del mundo a través de su filial de San Francisco, el Bank of the West. En abril, la filial del banco francés llegó a un acuerdo con la FDIC para gestionar el New Frontier Bank. La agencia federal no logró sin embargo encontrar un comprador en ese momento, y Bank of the West se vislumbra en estos momentos como la opción más lógica, más teniendo en cuenta la disposición de Bank of the West para buscar oportunidades de negocio.

El holandés Rabobank es otro de los bancos que buscan crecer en EEUU. La entidad holandesa, tal y como ha reconocido en público su director de márketing, Sean Dowdall, está planeando abrir sucursales y comprar nuevos bancos fuera de las principales áreas metropolitanas, en especial en la costa de California. Rabobank opera en EEUU con El Centro, filial con base en California. La entidad holandesa ya pujó sin éxito por el County Bank, también californiano, que finalmente quedó en manos de Westamerica.

No sólo los bancos europeos intentan aprovechar su oportunidad, sino que entidades como la canadiense Toronto Dominion Bank o la japonesa Mitsubishi UFJ Financial, ya implantadas en EEUU, también buscan ampliar su negocio en este mercado.

En un momento en que la gran banca estadounidense parece ver el final del túnel, con entidades como Goldman Sachs o JP Morgan que ya han devuelto las ayudas estatales recibidas, los problemas se centran ahora en los bancos de tamaño medio y pequeño, muy expuestos a los impagos de hipotecas.
Los miembros del panel creado en el Congreso estadounidense para supervisar el programa de estímulo económico TARP señalaron a mediados de mes que los bancos regionales de EEUU podrían necesitar entre 12.000 y 14.000 millones de dólares adicionales para limpiar de sus balances los activos tóxicos. Sólo en lo que va de año, el FDIC estadounidense se ha visto obligado a intervenir 81 bancos. La situación es principalmente grave en algunos estados como Georgia, en el que, con la bancarrota el pasado viernes del eBank, ya son 17 las entidades quebradas desde inicios de año.

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