Los problemas y dudas que sobrevuelan a las cajas de ahorros, sumidas en un proceso de reestructuración que podría reducir drásticamente el número de entidades, minan poco a poco la confianza de los ahorradores, que cada vez más dirigen su mirada a los bancos en vez de a las cajas a la hora de confiarles sus depósitos.
Según un estudio de la consejería de Economía de la Generalitat catalana basado en cifras del Banco de España, entre el 31 de marzo del 2008 y el 31 de marzo del 2009 las cajas de ahorros han perdido casi dos puntos de cuota de mercado en el negocio de los depósitos en España, casi lo mismo que han ganado los bancos en ese mismo período. En concreto, las entidades de ahorro perdieron en este período 1,71 puntos de cuota de mercado, que se situó en el 50,57% desde el 52,28%, mientras que los bancos la aumentaron hasta el 42,82% del total, 1,93 puntos respecto al 40,89% a marzo de 2008.
Esta tendencia no se explica sólo por la pérdida de la confianza de los clientes en las entidades de ahorros. Según el informe de la Generalitat, otro motivo es el hecho de que las cajas se han visto obligadas a acudir en mayor medida a las ofertas públicas de liquidez realizadas tanto por el Banco Central Europeo como por el Tesoro español a través del Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF).
Además, en sus esfuerzos por reforzar su solvencia en el actual escenario, han realizado cuantiosas emisiones de participaciones preferentes y obligaciones subordinadas que han colocado entre sus clientes en detrimento de los depósitos, que se han adaptado rápidamente a las bajadas del Euríbor y han perdido atractivo para los ahorradores.
La banca no sólo se ha aprovechado de la salida de depósitos de las cajas de ahorros, sino también en el sector de las cooperativas de crédito, entre las que se incluyen las también en proceso de reestructuración cajas rurales. En ellas, la cuota de mercado de los depósitos pasó del 6,83% a marzo de 2008 al 6,61% en 2009.
El estudio de la Generalitat también se centra en el crédito, que ha logrado mantener un saldo de crecimiento positivo tanto en las cajas como en los bancos, aunque ha bajado considerablemente en comparación con el año anterior. A 31 de marzo de 2009, las cajas tenían un 49,35% del mercado de crédito en España, por el 45,30% de los bancos.
