Opinión

Corruptos cinco estrellas

Hay corruptos y corruptos, claro, y los implicados en la trama Gürtel es evidente que llevan la etiqueta cinco estrellas impresa en la frente, igual que los horteras exhiben las marcas de sus lujosas chaquetas en la bocamanga. Les gusta el lujo a nuestros corruptos de guardia y lo han demostrado estos años con sus exigencias millonarias a cambio de los favores que tan generosamente administraban esa pareja de sujetos impresentables que responden a las identidades delincuenciales de Francisco Correa, sin alias conocido aparte de padrino del apelativo gürtel, y Alvaro Pérez, más conocido y retratado como ‘El Bigotes’. ¡Vaya pareja de trapaceros que le ha salido al PP! Y vaya club de vividores que se han aprestado a poner el brazo en espera de sus exigencias: desde un reloj de 25.000 euros -¡hay que joderse como será un reloj de 25.000 euros! Yo nunca he visto ninguno, ni siquiera en los catálogos de la relojería suiza. Quizás marque las horas para atrás y contribuya de ese modo a invertir el envejecimiento porque si no, no se explica- hasta coches de altísima gama con tapicería de encargo -Ricardo la quiere negra o sea que sin problema-, pasando por trajes de pret a porter como los que le proporcionaban al piadoso Francisco Camps quizás para no herir su austeridad con ternos confeccionados a mano por sastres de banquero Y es que el Presidente valenciano se quedaba con los trajes de trapillo de Milano, que tantos disgustos le están costando, y sus fieles políticos con los relojes rutilantes y horteras hasta ahora de uso y consumo exclusivo de los jeques árabes. Todo cinco estrellas, sí señor; ejercer la corrupción para conformarse con menos bien mirado puede parecer una tontería. Y seguramente hasta lo es.

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