El presidente de Caja Canarias, Álvaro Arvelo, y el director general de Caja Navarra (CAN), Enrique Goñi, han señalado hoy que la futura entidad que surja de la “fusión fría” entre ambas tendrá su sede en Madrid, ya que se trata del “centro geográfico” entre ellas. Si se cumplen los plazos y reciben el visto bueno por parte del supervisor, la entidad podría comenzar a operar a principios de 2010.
En una rueda de prensa conjunta organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), CAN y Caja Canarias han señalado que crearán en la capital una “sociedad central” (holding), cuya naturaleza jurídica está por concretar por el BdE, pero que mantendrán en sus regiones su nombre y redes comerciales.
Según ha destacado en su intervención Enrique Goñi, el proceso de integración entre las dos cajas es “un híbrido” que cuenta con las mismas ventajas que una fusión pero sin que desaparezca la personalidad jurídica de las cajas. Este modelo de integración, que está abierto a otras entidades, aunque no han querido especificar nombres, ha sido el elegido ya que la “sensibilidad histórica” y la “raigambre cultural” de los territorios a los que están vinculados ambas entidades lo aconsejaba así, según ha destacado Arvelo.
La futura entidad tiene además una aspiración de internacionalización, con lo que las cajas esperan poder esquivar los riesgos propios del país, y que han sido uno de los principales lastres de las entidades de ahorro desde que se inició la actual crisis, debido sobre todo a la vinculación al sector inmobiliario. La “fusión fría”, como la han definido los ejecutivos, no ha requerido recursos ni del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ni del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de las cajas de ahorros, y dará lugar a la novena caja de ahorros de España por volumen de activos, 32.000 millones de euros.
