Emilio Botín ha pedido hoy ante un nutrido grupo de relevantes figuras de la supervisión financiera internacional que no se “limite o penalice el tamaño” de las entidades mediante más requisitos de capital, ya que a su juicio lo que hay que hacer es vigilar el riesgo de cada banco.
En su discurso inaugural de la II Conferencia de Banca Internacional, el presidente del grupo bancario español ha destacado que penalizar a las grandes entidades, lejos de solucionar problemas, “puede tener consecuencias adversas tales como distorsionar las reglas del juego o penalizar los flujos financieros hacia la economía real”. Al acto, celebrado en la Ciudad Financiera del banco en Boadilla del Monte (Madrid), han acudido personalidades de la talla de Sheila Bair, presidenta del FDIC estadounidense, José Viñals, consejero financiero y director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del Fondo Monetario Internacional (FMI), o Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, además de diferentes representantes de la Reserva Federal de Nueva York, de la Comisión Europea y del Reino Unido. Ante esta audiencia, Botín ha señalado que entidades grandes e internacionales “son necesarias”, ya que, por ejemplo, “aumentan el acceso y la adecuada distribución de la financiación en la economía”. Además, “el tamaño permite la diversificación en términos de mercado” y por tanto reduce el riesgo de la entidad.
“Precisamente”, ha recordado, “sólo las entidades grandes y bien gestionadas han podido acudir al rescate de las entidades con problemas” durante la actual crisis, “contribuyendo a reducir el riesgo sistémico”. Por ello, según ha concluido Botín, “lo que hay que vigilar y en su caso restringir es el riesgo excesivo, no el tamaño por el tamaño”. En este sentido, ha destacado el modelo que supone el Banco Santander, “que es grande pero que cuenta con estructuras y un modelo de negocio sencillo”. “El tamaño no debe confundirse con complejidad ni con riesgo”. Entre los rasgos distintivos de la entidad que preside, Botín ha destacado un balance claro y transparente, sin activos tóxicos; el foco en la banca comercial; la diversificación geográfica que permite a su vez diversificar riesgos; una estructura internacional basada en filiales con plena independencia de capital y liquidez; y, por último, un “gobierno corporativo fuerte, con especial atención a los riesgos y visión de medio y largo plazo”.
El presidente de Banco Santander ha señalado que, cuando se cumplen aproximadamente catorce meses de la caída de Lehman, se puede decir que “la respuesta contundente, ágil y concertada de las autoridades impidió el colapso del sistema”. “El liderazgo de gobiernos y bancos centrales a escala mundial ha conseguido que se recupere la confianza”. Según ha señalado Botín, “las empresas y las familias están recibiendo señales claras del compromiso firme de gobiernos e instituciones para buscar las soluciones más adecuadas y evitar que se puedan reproducir episodios como los vividos en esta crisis”.
