Las críticas que las autoridades han deslizado a la banca por restringir el crédito ha sido una constante desde el inicio de la crisis. Sin embargo, de las últimas cifras publicadas por el Banco de España se desprende que para las administraciones públicas, el crédito se ha multiplicado en el último año un 40%. A mes de septiembre los bancos españoles habían aumentado un 40% el flujo de crédito a las administraciones públicas.
Así, el saldo vivo de los préstamos al sector público alcanzaba los 36.511 millones de euros, frente a los 26.106 millones de hace un año. Los bancos se han convertido además en los principales prestamistas para las administraciones, con la concesión de un 59,25% del crédito al sector. En el mismo período, el crédito no ha fluido del mismo modo para todos los sectores. El saldo vivo total apenas ha aumentado un 0,7% hasta alcanzar los 806.050 millones, desde los 805.460 millones de septiembre de 2008.
Aunque la banca es la principal prestamista del sector público, en las cajas de ahorros, en el ojo del huracán, el incremento es similar. Los empréstitos de las entidades de ahorro a las administraciones públicas han aumentado un 37,40%, hasta alcanzar los 20.878 millones de euros. La labor de las cajas se ha puesto en entredicho en los últimos años por su fuerte vinculación a los Gobiernos de sus regiones de actuación. Las entidades financian al sector público, en detrimento del privado, también mediante las emisiones de deuda. Desde la quiebra de Lehman Brothers, las entidades han adquirido la mitad de la deuda emitida por el Estado, cuya rentabilidad media asciende al 3,69%.
Según las últimas cifras publicadas por el Tesoro, el saldo vivo de la deuda pública en manos de bancos y cajas asciende a un récord histórico de 136.759 millones de euros, una cantidad que se ha incrementado en un 74% sólo en el último año, tras invertir 58.159 millones de euros, el 50,19% del valor de los bonos, letras y obligaciones emitidos por el Tesoro en este mismo período, que asciende a 115.855 millones. Las entidades financieras están embolsándose unos jugosos beneficios con la inversión en este tipo de activos: obtienen liquidez del Banco Central Europeo (BCE) al 1% en las subastas semanales, mientras que el rendimiento de los activos públicos es mucho mayor. No obstante, lo que por el momento es un negocio redondo, conlleva no pocos riesgos relacionados con los propios bajos tipos de interés actuales. En cuanto pueda confirmarse el crecimiento económico en Europa, donde Francia y Alemania ya han salido de la recesión, el BCE podría volver a endurecer la política monetaria. En ese momento, la rentabilidad de la deuda pública volverá a subir y consecuentemente los bonos en cartera valdrán menos, ya que los precios se mueven de manera inversa al rendimiento.
En este escenario, el saldo de crédito hipotecario continúa moderando su crecimiento y en septiembre se elevó un 0,86%, hasta 1,09 billones de euros, frente al crecimiento del 6,6% que registraba esta actividad en septiembre de 2008, según datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE). Esta cifra se traduce en un aumento interanual de 9.364 millones de euros.
