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La Cumbre Autonómica se cierra con la promesa de un plan anticrisis para febrero

El Gobierno quiere llegar a un acuerdo con los presidentes autonómicos para hacer frente a la crisis. Con este objetivo, en un plazo de dos meses presentará una propuesta en materia de empleo, estabilidad presupuestaria y austeridad. El PP ya ha advertido que no se lo pondrá fácil.

A primera hora de esta mañana comenzó en el Senado una Conferencia de Presidentes muy tensa en la que los dirigentes del PP dejaron claro desde el principio que no iban a ponérselo fácil a José Luis Rodríguez Zapatero, quien presidía el encuentro. Los populares, liderados por el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, presentaron tres documentos con propuestas en materia de empleo, agricultura y pesca y para la Presidencia española de la UE. Unas propuestas que pusieron encima de la mesa y que exigieron que fueran tenidas en cuenta como un punto más de la agenda de la reunión.

A media mañana, el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, se ausentaba de la Conferencia para anunciar a los medios un plan anticrisis que el Gobierno presentará en un plazo de entre uno y dos meses a las autonomías y que se encaminarán a buscar soluciones al desempleo, la estabilidad presupuestaria, el cumplimiento de los objetivos de déficit y la austeridad de las comunidades. Chaves explicó que se crearán grupos de trabajo para cada materia y que se reunirán de manera paralela al diálogo social. En la sesión de mañana, Zapatero intentará consensuar con las comunidades el funcionamiento de estos grupos de trabajo.

Tras la intervención de Chaves, comparecieron en rueda de prensa los presidentes de Galicia y La Rioja, Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sanz, respectivamente. Ambos fueron muy críticos con el Gobierno al denunciar la falta de contenido del mismo. Feijóo reconoció que esperaba más de la Conferencia y que “no podemos acompañar a un Gobierno que no sabemos a dónde va” para después acusar a Zapatero de plantear “más un plan de imagen de sí mismo que un plan para España”.

Sanz, por su parte, sostiene que “los españoles se preguntarán para qué ha servido” la Conferencia y “si ha servido para hacerse una foto con el Rey en la que todos salimos más o menos guapos”. A continuación, el dirigente de Castilla La Mancha, José María Barreda, reclamó a los presidentes del PP que no utilicen la cumbre como foro de confrontación entre partidos.

La decisión de Mariano Rajoy de que Feijóo y Sanz ejerzan de portavoces de los presidentes autonómicos del PP parece esconder un nuevo giro del presidente del principal partido de la oposición. Por un lado, elige a dos dirigentes moderados para mostrar su oposición al Ejecutivo. Por otro, intenta frenar el protagonismo de Esperanza Aguirre y de Francisco Camps.

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