Otra de desatinos. Más o menos. En los ambientes diplomáticos sorprende la actitud pasiva que Moratinos ha adoptado en relación con el problema de Juantxo López Uralde, director de Green Peace, tras sus ‘éxitos’ recientes en asuntos como el secuestro del Alakrana, por ejemplo. No parece que la cancillería se preocupe demasiado de la suerte de un súbdito español, dirigente de una reconocida organización internacional que permanece encarcelado e incomunicado en Dinamarca.
Pizarro se ha convertido en el eterno candidato. Si hace unos meses se rumoreaba que sería él el sustituto de Blesa al frente de Caja Madrid, ahora en los círculos financieros se rumorea que será quien se ponga al frente de la CEOE si se produce la tan esperada dimisión de Díaz Ferrán. Según cuentan, la patronal de los bancos apoya la candidatura del ex presidente de Endesa, sin embargo, las energéticas parecen no estar tan de acuerdo.
Como si se tratara del tradicional anuncio de una marca de turrón, Ricardo Costa vuelve por Navidad. Después de dos meses en los que la suspensión cautelar de militancia del ex portavoz del PP valenciano era un asunto del que pocos querían hablar, los resúmenes televisivos de final de año en los que su ‘pulso’ con Génova protagoniza varios minutos ha provocado que su destino vuelva a primera plana. Incluso la propia número dos del PP, María Dolores de Cospedal, más proclive a silenciar estos asuntos que a dar su punto de opinión ha tenido que asegurar que el asunto está cerrado.
Acaba de cumplirse un año desde que la Reserva Federal dejó los tipos de interés cerca del 0%. A la espera de que en 2010 los hombres de Bernanke suban el precio del dinero, el mercado apuesta si será el período más largo de tiempo en que los tipos se mantienen sin ningún cambio. El récord (552 días entre 1997 y 1998) parece al alcance de la mano si la Fed no mueve pieza hasta la segunda mitad del año.
