Opinión

Llegar a la ‘tercera edad’ ya no significa tener que renunci

Llegar a la ‘tercera edad’ ya no significa tener que renunciar a nada. Alcanzar la edad dorada, en estos tiempos que corren, no supone estar para ‘sopitas y buen vino’ ni conlleva limitar las actividades al croché o la petanca ni a interminables sesiones de naipes en el centro de jubilados, cafelito descafeinado en mano. Ahora los ancianos se atreven con todo y hemos terminado 2009 con algunos ejemplos que, aunque un poco extremos, lo demuestran. Uno de ellos es el de una brasileña de 100 años que el 20 de diciembre saltó por primera vez en su vida en paracaídas y dice que quiere repetir la experiencia, que calificó de “inolvidable” y “única”. Aida dos Santos, que es como se llama esta ancianita marchosa, se lanzó desde un avión a unos 3.000 metros de altura junto a su instructor quien la guió en una caída libre durante nueve segundos y luego en un suave descenso, según indicó el portal Terra. Dos Santos, que celebró su centenario el pasado 20 de noviembre, dijo que este primer salto de su vida fue una especie «de regalo de cumpleaños y también de Navidad» y aseguró que, tras haber saltado, se siente mucho más joven: “Ahora es como si tuviera sólo cincuenta años”, declaró la mujer. Y nueve días después otra superabuela, la peruana Abigaíl Valdez del Carpio, celebró su 85 cumpleaños con un vuelo en parapente de 15 minutos, eso sí previo chequeo médico. La anciana, que con anterioridad se ha subido a un helicóptero y una avioneta, anunció que su próximo reto será hacer ‘puenting’.

Más información