UBS obligará a sus más de 69.000 empleados a que firmen un código ético y de conducta, en un intento por restaurar la reputación del banco después de que una investigación en EEUU el año pasado sacara a la luz cómo la entidad ayudó a multimillonarios estadounidenses a ocultar su dinero en Suiza.
El código aborda cuestiones como la delincuencia financiera, competencia, confidencialidad y la forma en la que debe actual UBS en las operaciones fronterizas. Este documento también incluye una serie de medidas disciplinarias que pueden ir hasta el despido y con las que se sancionará a quienes no se ciñan a las nuevas disposiciones. El texto describe los valores del “nuevo UBS”, que incluyen el deber de sus empleados de ajustarse a las leyes vigentes, de desarrollar una competencia leal y de combatir la criminalidad financiera.
La entidad ya disponía de un código de conducta, pero esta versión es más amplia, explícita y endurece las sanciones. Este nuevo código se ha establecido después de que un ex empleado de UBS, Bradley Birkenfeld, convertido en delator del banco, comenzara el pasado viernes a cumplir una condena de 40 meses de prisión por ayudar a clientes del banco a evadir impuestos.
