La supervivencia de los ‘chiringuitos’ de playa con la nueva Ley de Costas ha abierto una nueva batalla en la ‘guerra’ que mantiene Leire Pajín con el PSPV. Desde Madrid, Ferraz insiste en cumplir la ley, los socialistas valencianos, por su parte, hacen bandera de la defensa de este sector.
Tras 20 años sin ejecutar la Ley estatal de Costas, el Gobierno se ha lanzado a cumplir lo estipulado a finales de los años 80 con el respaldo de Ferraz. El apoyo de la dirección nacional del PSOE, y en concreto de la secretaria de Organización del partido, Leire Pajín, choca de frente con la estrategia de los socialistas en la Comunidad Valenciana.
A finales del año pasado, el líder del PSPV, Jorge Alarte, se puso la meta de escuchar, comprender y defender los intereses de los empresarios con ‘chiringuitos’ y restaurantes en la costa. Todo iba por el buen camino. Reuniones con las asociaciones empresariales de este sector y un nuevo clima, cordial y de confianza, se impuso en la región.
Sintonía que ha saltado por los aires con la intervención de la dirección nacional. Nadie quiere escuchar en Ferraz más preocupaciones de un sector clave en la zona del levante como es el turismo y recuerdan que la ley está para cumplirla.
Entre los instigadores de esta estrategia se encuentra, según observadores políticos, la propia Pajín que, a pesar de desarrollar sus estudios y ‘nacer’ como política en la localidad turística por excelencia de España como es Benidorm, no quiere que sus compañeros de partido en la región se anoten un punto en este tema.
La decisión de la secretaria de Organización no busca más que abrir una nueva batalla en la guerra que mantiene con Alarte por el control del PSPV. Pajín, con su decisión de bajar el cierre a estos símbolos del turismo, pone al líder de los socialistas valencianos en ridículo al demostrar la poca ‘voz’ que tiene en la dirección nacional y demostrando que ella sí que manda en el PSOE.
Intervenciones de la dirigente socialista con las que la imagen que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana tienen de Alarte disminuye en gran medida. Sensación de poco peso en Madrid que acrecienta cuando quedan menos de 16 meses para los primeros comicios autonómicos y locales a los que se tendrá que enfrentar Alarte y su proyecto político.
Esta nueva batalla entre Pajín y Alarte se une a la multitud de conflictos que ambos protagonizan desde que este último se coronó como secretario general del PSPV. Sólo hay que tirar de hemeroteca y ver cómo desde los últimos meses del año pasado y los apenas 26 días de este, ambos se han enfrascado en luchas de poder. El posible fin del trasvase del Tajo-Segura o el caso de los ex socialistas de Benidorm, entre los que está la madre de Pajín, son algunos de los ejemplos en esta relación.
Frente al ‘odio’ que muchos socialistas de la Comunidad Valenciana tienen hacia Leire Pajín, las buenas palabras y halagos tienen un claro destinatario: el ministro de Fomento y antecesor en el cargo de Pajín, José Blanco,
