En un momento en el que a Zapatero le llueven las críticas por su gestión económica, CiU ha sorprendido al proponer al PSOE un pacto de Estado para salir de la crisis. Un acuerdo que garantizaría la estabilidad parlamentaria hasta el final de legislatura.
Sin contrapartidas ni condiciones. El presidente de CiU, Artur Mas, tendía esta mañana una mano a los socialistas para fijar una “hoja de ruta” común que devuelva la confianza en el Gobierno y que ayude a superar la crisis económica. La propuesta la adelantaba Mas en los micrófonos de RNE1 y posteriormente fue ratificada en el Comité Ejecutivo de su partido, tal y como confirmó el portavoz de la federación en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida.
Tanto Duran como Mas hicieron hincapié en la falta de liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero y en la falta de confianza en sus políticas. Mas señaló que es necesario que el Gobierno abandone la “improvisación permanente y su frivolidad” y que “no es el momento de la agresividad parlamentaria, sino de los grandes pactos de Estado”.
El PSOE ha recogido el guante de la federación nacionalista. “Bienvenida sea la responsabilidad de los grupos que quieran remar en la misma dirección; vamos a hacer un recorrido por todas las fuerzas parlamentarias”, señaló la secretaria de Organización socialista, Leire Pajín. La dirigente socialista, no obstante, recordó que el PSOE siempre ha tendido la mano a todos los grupos parlamentarios y no sólo a sindicatos y patronal.
Para el PP, sin embargo, la solución no pasa por un pacto entre PSOE y CiU. El vicesecretario de Comunicación popular, Esteban González Pons, cree que es el momento de que Zapatero llame a Mariano Rajoy y le pida ayuda. Por su parte, la secretaria general del principal partido de la oposición, María Dolores de Cospedal, matizó sus palabras de la semana pasada y descartó que su partido vaya a presentar “de manera inmediata” una moción de censura. Por el contrario, aseguró que seguirán presentando propuestas en el Congreso de los Diputados para salir de la crisis.
Mientras en Madrid el debate sobre el acercamiento entre CiU y el PSOE -que sumarían 179 diputados en el Congreso frente a los 170 del resto de grupos-, en Cataluña, donde se celebran elecciones autonómicas en otoño, las reacciones no se han hecho esperar. El secretario general de ERC, Joan Ridao, reclamó a Mas el mismo criterio en Madrid que en Cataluña y le instó a abandonar su “agresividad parlamentaria” también en la comunidad y a arrimar el hombro en asuntos como la Ley de Veguerías o la Ley del Cine. También instó a Zapatero a cerrar un pacto de Estado.
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, se ha reafirmado en sus palabras y ha reclamado al Gobierno que sea “serio” y “valiente»” en su propuesta de reforma de las pensiones, ya que pudo haber “mejoras en la metodología” de su presentación. En declaraciones a Antena 3, Barreda insistió en que un Gobierno lo que tiene que hacer es tomar decisiones “a veces con firmeza”, aunque sean impopulares. En este sentido, ha puesto como ejemplo la gestión y actuación “muy acertada” del Ministerio de Fomento, que dirige José Blanco, respecto al conflicto con los controladores aéreos.
