Un portavoz de la Comisión Europea (CE) ha confirmado a EL BOLETÍN que la oficina de estadísticas de la UE ha conocido las operaciones financieras mantenidas desde el año 2001 entre el Ejecutivo heleno y la banca de inversión “a través” de la prensa. Grecia tiene dos semanas para explicarse.
Según Amadeu Altafaj Tardio, portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión, la UE ha pedido a Grecia “que informe de estas operaciones antes de que finalice el mes, es decir, en dos semanas”. “Las operaciones que han llevado a cabo no están, aparentemente, prohibidas, pero el Eurostat desea comprobar que se han llevado a cabo según las condiciones de mercado”, puntualizó el portavoz. La situación financiera que atraviesa Grecia está afectando de manera severa a la Eurozona, y en especial a países como Italia, España y Portugal, que también podrían haber sido víctimas de los gigantes estadounidenses.
La polémica ha surgido hoy al informar el rotativo The New York Times de que altos directivos de Goldman Sachs visitaron Grecia en varias ocasiones tras la incorporación de este país a la moneda única, en el año 2001, para ayudar al Gobierno de Atenas a conseguir miles de millones de euros en financiación. La última visita tuvo lugar hace unos meses, cuando la situación del país heleno comenzaba a ser crítica, aunque hubo varios antecedentes, como publica la investigación del periódico neoyorquino.
Según The New York Times, Grecia no aceptó realizar la operación en este último encuentro, aunque en los primeros las operaciones, que se ocultaron a la luz pública presentándolas como si fueran un intercambio de divisas en lugar de un préstamo, ayudó a Atenas a cumplir los objetivos de déficit mientras seguía gastando por encima de sus posibilidades. El rotativo ha secundado la opinión de la CE recalcando que, en cualquier caso, no hay ninguna práctica, en principio, ilegal en estas operaciones. Simplemente se ha demostrado cómo los grandes bancos de inversión se enriquecen a costa de endeudar a Gobiernos que no mantienen la suficiente prudencia económica.
La última oferta emitida por Goldman Sachs fue, supuestamente, a principios de noviembre de 2009. En aquella época Atenas comenzaba a situarse en el punto de mira de los inversores, analistas y medios de comunicación especializados, y fue entonces cuando un equipo de la entidad llegó a la milenaria capital griega para presentar una propuesta a unas autoridades, presididas por Yorgos Papandreu, que encaraban una situación financiera realmente complicada, siempre según el diario neoyorquino.
Dirigidos por el propio presidente de Goldman Sachs, Gary D. Cohn, los ejecutivos ofrecieron a sus interlocutores griegos un instrumento para aplazar durante años la deuda del sistema público de asistencia sanitaria.
The New York Times subraya que como ya ocurriera con la crisis de las hipotecas basura, o `subprime´, en EEUU y el colapso del gigante de los seguros AIG, los derivados financieros desempeñaron una vez más un papel clave en el aumento de la deuda griega.
En docenas de operaciones transatlánticas, los bancos dieron dinero a los Gobiernos a cambio de promesas de pago aplazado. Para ocultar estas maniobras, los Gobiernos dejaban las deudas fuera de sus respectivos balances. A cambio, Grecia tuvo que ceder varios años de ingresos en tasas aeroportuarias y loterías. Este tipo de acuerdos, que no quedan registrados como préstamos, llevaban a engaño a los inversores y a los reguladores sobre la solvencia de un país.
Tras esta noticia, Grecia complica aún más su posición, que depende de la ayuda que la UE tenga en mente otorgar. Este es un problema que, según algunos expertos consultados por este periódico, tiene una difícil solución.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ya advirtió hace unos días que Grecia debe tomar todas las medidas necesarias para corregir su déficit presupuestario y aumentar el control de sus indicadores económicos. “Toda Grecia debe darse cuenta que debe corregir una trayectoria que ha sido aberrante”, puntualizó el mandatario en el canal francés LCI.
