El ministro de Industria, Miguel Sebastián, defendió hoy la opción de que las operadoras de telecomunicaciones cobren un peaje a las compañías de Internet por usar sus redes, algo demandado recientemente por el presidente de Telefónica, César Alierta.
“Es una opción posible que hay que discutir y barajar”, afirmó hoy el ministro en declaraciones a la prensa durante la inauguración del Mobile World Congress que se celebra en Barcelona del 15 al 18 de febrero. Con estas declaraciones, el titular de la cartera de Industria se alinea con el presidente de Telefónica.
El pasado 5 de febrero, durante su intervención en un acto en Bilbao, el máximo responsable de la compañía española afirmó que “es evidente que los buscadores de Internet utilizan nuestras redes sin pagarnos nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros (…), pero eso no puede seguir, es evidente, las redes las ponemos nosotros”.
La idea que defiende Alierta es compartida por muchas empresas de su sector. Las operadoras cifran en 300.000 millones de euros las inversiones necesarias para el tendido de las nuevas redes de banda ancha móvil y fija en Europa.
Estas nuevas infraestructuras son necesarias para soportar el creciente tráfico de Internet, que también soporta los servicios de empresas como Google o Yahoo. Por este motivo, las telefónicas consideran que no es justo que sólo sean ellas las que asuman estos costes mientras los buscadores se benefician.
La industria de la telefonía móvil ha unido sus fuerzas para frenar la entrada de competidores procedentes del mundo de Internet. Hasta 24 operadoras han formado una alianza para crear una tienda ‘online’ de aplicaciones, similar a las popularizadas por Apple y Google.
Entre las compañías que ha creado esta iniciativa, que se denomina Wholesale Applications Comunity (WAC), figuran las cuatro operadoras con infraestructuras de España (Telefónica, Vodafone, Orange y TeliaSonera), además de estadounidenses; como AT&T; otras europeas, como Deutsche Telekom y Telecom Italia; y la latinoamericana America Movil. En total, estas empresas tienen acceso a tres mil millones de clientes y su objetivo es atraer a los desarrolladores independientes de aplicaciones que han permitido convertir a la tienda de Apple en todo un fenómeno en sus dos años de existencia (ha generado más de tres millones de descargas, superando con creces las ofertas de sus rivales, según la consultora IDC).
En el futuro inmediato esta alianza tratará de unir a los miembros de las comunidades de desarrolladores y crear un punto único y armonizado de entrada para hacer más fácil el contacto entre profesionales del sector. El proyecto, lanzado en el escaparate anual del Mobile Word Congress de Barcelona, tiene además el apoyo de tres grandes fabricantes: LG, Samsung y Sony Ericsson, según un comunicado de la GSMA. Algunas compañías ya contaban con iniciativas similares. Como Vodafone, que había desarrollado JIL, un proyecto con otras compañías con las que le unen lazos comerciales y societarios, como China Mobile, la japonesa SoftBank y la estadounidense Verizon Wireless.
El mundo de las aplicaciones vinculadas a la telefonía móvil (como los servicios de navegación, música y juegos) es un negocio claramente al alza a pesar de la crisis económica y del retroceso en las ventas de terminales. Según Gartner, esta actividad multiplicará por siete su volumen de negocio durante los próximos tres años hasta rondar los 30.000 millones de dólares. Las operadoras no quieren perder su parte en este pastel, controlado por la compañía de la manzana y también por Google, con sus aplicaciones para su sistema operativo para móviles Android. App Store de Apple y Android Market de Google han iniciado una carrera fulgurante para tratar de asegurarse el interés de los clientes con la ampliación del portfolio de productos que ofrecen en sus respectivas tiendas online. Así, la firma de Apple cuenta con unas 140.000 aplicaciones, mientras que la oferta de Google ya ha alcanzado las 18.000 aplicaciones disponibles.
Algunos expertos cree que la iniciativa de la operadora se enfrenta a algunas dificultades. Aapo Markkanen, analista de la fima IHS Global Insight afirma que las diferentes características de los terminales móviles dificulta la creación de una versión común para todas las aplicaciones y, por lo tanto, se tendrán que desarrollar varias versiones diferentes, lo que supondrá mayores costes. Además, no hay que olvidar que estas operadoras compiten entre sí.
Nuevo móvil de Microsoft
El consejero delegado de Microsoft, Steve Ballmer, dio a conocer esta tarde en el Mobile World Congress de Barcelona la última versión de su sistema operativo para teléfonos el Windows Mobile que llevará por primera al móvil el servicio de su plataforma virtual de juegos Xbox Live y la experiencia Zune de entretenimiento. Habrá que esperar hasta la campaña navideña para que comience a comercializarse este nuevo producto, con lo que aún se retrasará varios meses para poder hacer frente a Apple y Google en este segmento de mercado, ya que cuentan con sistemas operativos en auge. De hecho, Microsoft lanzará el Windows Phone 7 Series en un intento por recuperar cuota de mercado en el negocio de los teléfoos inteligentes o smartphones, tales como el iPhone de Apple o la Blackberry de RIM.
Telecom Italia
También esta mañana el ministro de Industria se ha mostrado molesto con las últimas informaciones aparecidas en prensa sobre la fusión entre la operadora española y Telecom Italia y ha pedido que no se especule con una eventual operación. “Me gustaría que se dejen de inventar cosas”, ha confesado. Telefónica entró en 2007 en el capital de Telecom Italia, en la que ostenta actualmente una participación indirecta cercana al 10 por ciento.Alierta afirmó recientemente que los planes de la firma española se centran ahora en “mejorar la alianza industrial” con Telecom Italia.
Por otra parte, la compañía italiana ha incrementado desde los 1.000 hasta los 1.250 millones de euros la refinanciación de un préstamo sindicado, según asegura hoy la agencia Dow Jones. Cinco entidades están trabajando en esta operación: Barclays, BBVA, Bank of Tokyo-Mitsubishi, Intesa Sanpaolo y Société Générale.
