Nada de lo que pueda hacer Garzón contentará a Pedro J. Ramírez. El director de El Mundo sospecha del juez por una cosa y por la contraria y hoy lo deja muy claro en su portada y editorial. En este artículo titulado: “La sospechosa premura de Baltasar Garzón”, el periodista recalca que “tras mantener paralizada la instrucción del ‘caso Faisán’ desde el pasado verano, Garzón se precipitó ayer a llamar a declarar hoy mismo en su juzgado a los tres funcionarios policiales que le requería en su auto la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional” “una celeridad que contrasta con la parsimonia con la que ha instruido este asunto y su negativa a practicar previamente estas diligencias”, según Pedrojota, “repentina premura” que sospecha el periodista “obedece a un intento de abocar la investigación a su archivo antes de que el CGPJ pueda suspenderle en sus funciones”. Abc se refiere a este magistrado para afirmar que “a nadie debería extrañar que Garzón esté recogiendo los frutos envenenados de una carrera profesional caracterizada por excesos y extravagancias, echada a perder por su egolatría incontrolable” y concluye que todo apunta a que “ya ha empezado a escribir su epílogo como juez”. Público no entona aún misas de difunto y, por el contrario, aporta noticias positivas para el juez, al informar de que un grupo de juristas se ha dirigido a la ONU para que actúe ante “la grave vulneración de la independencia” de Garzón en España.
No abandonamos los procesos judiciales ni las sospechas, pero nos vamos al ‘caso Gürtel’ de la mano de El País. El diario de Prisa, tras informar que “Anticorrupción pide investigar las cuentas del PP valenciano en 10 bancos”, hace notar que el Tribunal de Valencia aprecia ahora indicios de financiación irregular en el PP con un informe que ya tenía en su poder cuando exculpó a Camps de lo de los trajes. Un “ahora sí, antes no” del que no sale bien parado el magistrado Juan Luis de la Rúa, “el más que amigo de Camps”.
