Las cajas de ahorros cerraron en España 783 sucursales durante 2009, el 3,13% de su red, mientras que los bancos clausuraron 740. Aunque la cifra es ligeramente menor, supone el 4,75% de su red de oficinas, según los datos publicados por el Banco de España.
Pese a los recortes en las redes de sucursales, impulsados por la menor actividad y la búsqueda de una mayor eficiencia por parte de las entidades, España se mantiene como uno de los países más bancarizados del mundo con aproximadamente una sucursal por cada 100.000 personas, debido sobre todo a las entidades de ahorro. A cierre de 2009 las cajas tenían 24.202 sucursales, por las 14.840 de los bancos, en un momento en que las primeras se encuentran inmersas actualmente en un proceso de reestructuración. Sin embargo, las propias reticencias de las entidades a perder su independencia, así como las trabas políticas, especialmente en el ámbito de las autonomías, ha propiciado que este proceso se vea enfangado.
Cuando quedan menos de dos meses y medio para que finalice el plazo otorgado por Bruselas para acceder al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), aún no se han utilizado estos fondos públicos, aunque las cajas catalanas del proceso de Unnim (formado por las cajas de Manlleu, Sabadell y Terrassa) ya han adelantado que esperan pedir unos 350 millones de euros. Otros proceso avanzado, el de Caja España y Caja Duero, solicitará 525 millones. El FROB tiene una dotación inicial de 9.000 millones, aunque pueden ser ampliables a 99.000 millones si fuera necesario.
Por su parte, las cooperativas de crédito echaron el cierre de 54 oficinas en España, poco más del 1% de su red. Así a finales de 2009 los bancos, cajas y cooperativas de crédito contaban en conjunto con 44.085 sucursales, el 3,45% menos que las 45.662 de un año antes, y el 0,62% menos que un trimestre anterior.
Mientras el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros sigue sin arrancar, las entidades se quedan sin la mediación de Juan Ramón Quintás, que ayer dimitió como presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), tras un tenso consejo de administración celebrado en Sevilla en el que no se llegó a un acuerdo para elegir a su sucesor.
