El presidente del Gobierno de Ecuador, Rafael Correa, ha asegurado que buscará la nulidad de un fallo del Tribunal de Arbitraje de La Haya, que ha condenado al país andino a pagar 518 millones de euros a la estadounidense Chevron. Según Correa, la sentencia es un escándalo, y se trata de una persecución de la petrolera hacía el país por un juicio en el que nada tiene que ver el Gobierno. Correa se refiere a las denuncias de varias comunidades de la Amazonía que exigen a la petrolera estadounidense 20.000 millones de euros por presunto daño medioambiental.
El mandatario ecuatoriano ha indicado que como presidente de turno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) enviará una carta a todos los gobernantes del grupo, porque, según Correa, deben estar todos unidos para enfrentarse a las trasnacionales.
El fallo del tribunal internacional, que obliga a pagar 518 millones de euros a la petrolera, determina que Ecuador había violado el Tratado Bilateral de Inversión firmado con EEUU, al no haber provisto a la compañía de los medios adecuados para presentar sus reclamaciones y hacer valer sus derechos.
La sentencia no afecta al juicio por supuestos daños ambientales que se desarrolla en una corte ecuatoriana pues se refiere a demandas comerciales planteadas por Texaco, ahora Chevron, contra el Estado ecuatoriano en la década de los años noventa.