Economía

Fainé promete encontrar un ‘traje a medida para cada caja’ en su debut al frente de la CECA

El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Isidro Fainé, se ha comprometido en su primera intervención pública tras acceder al cargo a que “en poco tiempo, haya soluciones concretas” para que las cajas puedan reforzarse según sus necesidades.

En una multitudinaria rueda de prensa celebrada antes del comienzo de la Asamblea general de la CECA, el nuevo presidente de la patronal ha prometido “trabajar rápido en ese sentido”. “En el plazo de tres meses, podríamos tener una solución”, ha aventurado Fainé, que no obstante ha defendido que existan diversas opciones de recapitalización. “No son iguales las necesidades de una caja grande que las de una pequeña, por lo que se intentará buscar un ‘traje a medida’ para cada una”, aunque ha descartado de plano una apuesta por las privatizaciones de las entidades. Fainé, que ha reconocido que las cajas se encuentran en una “situación extrema”, ha recordado también que “nos encontramos en una época de vacas flacas”, por lo que hay que reforzar los recursos propios con el objetivo final de “seguir dando servicio a los clientes”.

Fainé no ha querido entrar en más detalles dado el poco tiempo transcurrido desde su nombramiento, que aún no le ha dado tiempo para entrar en profundidad en este asunto. “Si descontamos el partido del Barça, apenas llevo unas horas como presidente”, se ha excusado.

El nuevo presidente ha comparecido junto al pleno de la cúpula directiva de la patronal, encabezado por el recientemente elegido vicepresidente primero, Amado Franco (Ibercaja), y los restantes vicepresidentes, Rodrigo Rato (Caja Madrid), Braulio Medel (Unicaja) y Modesto Crespo (Caja del Mediterráneo). También comparecieron Carlos Egea (Caja Murcia), secretario del Consejo de Administración, y José Antonio Olavarrieta, director general de la CECA. Respecto a Franco, único rival para acceder al cargo, Fainé ha destacado que “en apenas cinco minutos ya estábamos de acuerdo en todo”, por lo que ha destacado la “unidad” en el propósito común de que “las cajas sigan teniendo el peso en el sector financiero que siempre han tenido”. En ese sentido, Fainé ha querido agradecer también la unanimidad del Consejo de Administración para adoptar su designación.

El nuevo presidente de la CECA dedicó las primeras palabras de su intervención a alabar la figura de su predecesor, Juan Ramón Quintás, que sumó “26 años al servicio de las cajas de ahorros”. Quintás ha sido propuesto para convertirse en presidente de honor de la patronal. En otros ámbitos, Fainé tenía intención de volver cuanto antes a Barcelona para visitar a Juan Antonio Samaranch, presidente de honor de La Caixa, que finalmente falleció a media mañana.

El nombramiento de Fainé se produce en un momento especialmente delicado para las cajas de ahorros. El último aviso lo dio ayer mismo el Fondo Monetario Internacional (FMI), que señaló en su ‘Informe de Perspectivas Económicas’ que el empeoramiento de la crisis económica en España podría tener un coste de 17.000 millones de euros para las cajas de ahorros. No obstante, la institución dirigida por Dominique Strauss-Kahn considera que estas necesidades de capital serán “relativamente pequeñas”, especialmente, frente a los 99.000 millones puestos a disposición por el Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Los medios digitales españoles se hacían también hoy eco de un informe de la división de Global Banking del Banco Santander, según el cual el sector financiero requerirá recursos del FROB de aproximadamente unos 12.000 millones de euros, algo menos de un 12% de la dotación total del fondo. La entidad considera además que el ajuste en el sector inmobiliario casi se ha completado ya, con una caída de los precios de la vivienda de entre el 20% y el 30% en las grandes ciudades. En algunas zonas de la costa podría haber sido del 50%.

También hoy, la agencia de calificación Fitch Ratings ha arrojado un poco más de esperanza para el sector financiero, al señalar en un informe que el ritmo de deterioro del crédito en España debería suavizarse este año. La agencia considera además que los impagos de 90 días han comenzado a estabilizarse en la mayoría de los sectores. Sin embargo, las altas tasas de desempleo y las débiles expectativas de recuperación del mercado laboral, unidas a la corrección en marcha del mercado inmobiliario y el riesgo de subidas de tipos de interés a medio plazo, siguen
actuando de obstáculo.

El problema del ladrillo es citado también por el Servicio de Estudios del BBVA como el principal freno de la recuperación económica de España. El jefe del Servicio de Estudios de BBVA en España, Miguel Cardoso, ha asegurado que la economía española crecería al mismo ritmo que el resto de Europa si no se tuviera en cuenta al sector de la construcción. El banco español ve una recuperación “débil” e “incierta” del PIB español este año, con un crecimiento del 0,1% en el primer trimestre del año 2010, “algo superior en el segundo trimestre e inferior en el tercero”.
El pasado febrero, la Fundación BBVA y el IVIE presentaron un informe en el que se afirmaba que el ‘ladrillo’ suponía un lastre para la inversión, que descendió un 23,6% en 2009 y seguiría cayendo en 2010.

La crisis inmobiliaria que azota España desde hace dos años no ha frenado la concesión de créditos al ladrillo, a pesar de la restricción crediticia para la media de los sectores. Según las últimas cifras disponibles del Banco de España, correspondientes al cierre de 2009, el crédito de banco, cajas y cooperativas para financiar actividades productivas de las empresas se redujo el pasado año un 2,51%, hasta una cifra de 991.326 millones de euros. Sin embargo, no todos los sectores sufrieron la misma restricción. Las actividades inmobiliarias, que contabilizan aproximadamente un tercio de los préstamos, recibieron un 1,65% más de ellos, hasta contabilizar un saldo de 323.306 millones de euros.

Este incremento del flujo de préstamos para las actividades inmobiliarias se produjo a pesar de que la tasa de morosidad de estas empresas es significativamente superior al de la media del sector empresarial en España, con algo más de la mitad de los dudosos. Así, según las cifras del Banco de España, los créditos de dudoso cobro a las inmobiliarias alcanzaban al cierre de 2009 32.522 millones de euros, con una tasa de mora del 10,05%, del total de 61.887 millones de euros de dudosos, que contabilizan de media una morosidad del 6,24%.

Además de al sector inmobiliario, la hostelería recibió un 5,39% más de crédito, y las actividades de intermediación financiera un 67,49%.

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