Opinión

Los impuestos, la debilidad de la banca y la recuperación

En la reunión del Ecofin celebrada en Madrid, no fue posible el acuerdo para el establecimiento de una tasa anticrisis financiera que tendrían que sufragar los bancos para establecer un fondo sobre el que se constituyera un seguro con el que abordar futuros rescates. Al parecer, ha pesado sobre todo el argumento de que a la banca no se la debe gravar, hoy por hoy, con nuevos impuestos porque se encuentra débil y no podría cumplir con su papel de suministrar crédito para que se propicie el relanzamiento de la economía mundial.

El argumento confirma una curiosa doctrina que se extiende por la clase política europea. Sería lícito usar todos los recursos públicos necesarios para salvaguardar a la banca y arreglar los desaguisados que han provocado unos gestores poco hábiles, como mínimo y, sin embargo, no es conveniente hacerles pagar por la constitución de un fondo que posteriormente se convirtiese en una especie de seguro porque entonces todavía tendrían menos incentivos para no incurrir en operaciones de riesgo.

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