El juez Varela ha expulsado a Falange de la acusación popular en la causa abierta contra Garzón por investigar los crímenes del franquismo. El partido de ultraderecha no eliminó de su escrito las valoraciones personales que según el juez eran ajenas al motivo de la querella. Garzón ha pedido el archivo de la causa al estimar falta de parcialidad en esta última decisión.
El juez del Tribunal Supremo, Luciano Varela Varela, advirtió el pasado miércoles a Falange Española y de las JONS que debía rectificar su escrito de acusación porque incluía demasiadas valoraciones ajenas al proceso contra el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Le dio para ello un día de plazo. Sin embargo, Falange no eliminó esas valoraciones y por ello quedará fuera del proceso, que continuará adelante con los escritos de acusación de Manos Limpias y Libertad e Identidad. Fuentes de Manos Limpias manifestaron su satisfacción por la decisión del juez Varela al considerar que la entrada de Falange había politizado la causa.
La entrega de los escritos de acusación supone el paso previo a la apertura de juicio oral contra el juez de la Audiencia Nacional. Ayer la Fiscalía presentó el suyo, en el que reclamaba el archivo de la querella al señalar que la acusación popular no tiene legitimidad.
El partido de ultraderecha ya ha anunciado que el lunes recurrirá la decisión, lo que podría retrasar el proceso hasta que el juez resuelva este recurso y otro que presentó el propio Garzón contra el auto de apertura del procedimiento abreviado.
La decisión de Varela de pedir cambios en los escritos de acusación no ha gustado al abogado de Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda, que hoy ha solicitado la nulidad de las actuaciones al considerar que le perjudica porque es una “oportunidad atípica y extraprocesal”.
En un escrito remitido a la Sala de lo Penal del Alto Tribunal, la defensa del juez
El escrito, remitido a la Sala de lo Penal del Supremo antes de conocerse la decisión sobre Falange, solicita, en concreto, la nulidad del auto del en el que el instructor daba un día de plazo a Manos Limpias y al partido ultraderechista para que eliminaran referencias que excedían el motivo de la querella. En este sentido, la defensa de Garzón advierte que la «labor de expurgación por la cual se le indica a unas acusaciones lo que tienen que decir o no decir en un escrito de acusación (…) es insólita en la labor de un juez instructor, y ha de tenerse por radicalmente nula».
Mientras el proceso continúa en España, colectivos de víctimas del franquismo continúan movilizándose fuera del país para que se investiguen los crímenes de la dictadura. Después de presentar una denuncia en Argentina, en la que se reclamó la detención de Manuel Fraga, acudirán dentro de un mes a los tribunales alemanes para denunciar a empresas y autoridades que colaboraron con el régimen de Franco.
Paralelamente, las movilizaciones en la calle en defensa de Garzón continúan. Mañana por la tarde está prevista una manifestación en Madrid abanderada por personas del mundo de la cultura y apoyada por los sindicatos. Precisamente mañana Falange también marchará por las calles de Madrid, pero a las 11 horas.
El protagonismo de la ultraderecha en las últimas semanas también quedará patente en una concentración convocada mañana en Valencia por el grupo Juventudes Nacional-socialistas en homenaje a Adolf Hitler. Hace unos años, cuando Guus Hiddink entrenaba al Valencia CF, éste se negó a jugar un partido al ver que entre los hinchas de su equipo había banderas nazis.
