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La caída de la publicidad endurece la batalla entre medios conservadores

La caída de los ingresos publicitarios, consecuencia de la crisis económica, ha endurecido la batalla entre los medios conservadores. Algunos como la televisión de la Conferencia Episcopal, buscan inversores privados. Otros como ‘La Razón’ intentan ‘rascar’ audiencia entre el sector más católico.

Las dificultades financieras de los medios de comunicación ha dejado patente la encarnizada lucha de los conservadores para captar audiencia. Más aún cuando gobiernos autonómicos del PP como la Comunidad de Madrid comienzan a dejar a un lado su tradicional cercanía a este sector. Como consecuencia de esta situación, comienzan a verse movimientos dirigidos a la captación de inversores y de nuevos nichos de mercado.

Hace unas semanas, la televisión de la Conferencia Episcopal, Popular TV, consiguió la entrada en su accionariado del mexicano Emilio Burillo Azcárraga, primo de Emilio Azcárraga Jean, máximo accionista de Televisa. Burillo es dueño de María Visión y ha comprado su participación en la cadena de los obispos a través de Producciones Apóstol Santiago SL. A partir de ahora el canal de televisión se denominará Popular Mariavisión e irá cambiando su programación para adaptarse a los cambios.

La llegada de Burillo a la televisión del Grupo COPE supone una inyección de dinero importante para la cadena en el actual momento de crisis económica.

Este movimiento podría neutralizar además los intentos del Grupo Intereconomía por entrar en el capital de COPE, emisora que podría entrar en el futuro en el acuerdo con Burillo. La radio de los obispos había intentado evitar que Julio Ariza entrara en el capital de la cadena; por un lado, por sus malas relaciones con Alfonso Coronel de Palma y, por otro, porque la Conferencia Episcopal quiere alejarse de posturas de ultraderecha como las que siguen ahora los medios de Ariza.

No es el único batacazo para los planes de Intereconomía. Hace unos meses vio cómo La Razón conseguía que El Vaticano le otorgara la difusión de su diario, L’Osservatore Romano, en España. El diario de Vocento consiguió así hacerse un hueco entre la audiencia más católica, repartida ahora entre COPE y este periódico. Estos movimientos han llevado a Libertad Digital y a La Gaceta a competir por la audiencia conservadora más radical.

Aguirre y los especuladores

Los especuladores no son los únicos a los que les gusta sembrar incertidumbre sobre la economía española. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, contribuye a este objetivo al calificar la situación del país como de “economía de guerra” y al poner en duda la solvencia del Estado, por lo que recomendó al Gobierno emprender un “plan de austeridad real”.

Los medios más próximos al Gobierno de Aguirre se han encargado de apuntalar la tesis de la presidenta: “Interior paga la mitad del veraneo a empleados públicos de Tráfico” (La Gaceta); “El número de funcionarios rompe por primera vez la barrera del 20%” (El Confidencial); “Moncloa tendrá que reducir sueldos públicos e imponer el copago en sanidad” (Libertad digital).

Algunos medios afirman que la caída de hoy de las Bolsas responde a la incredulidad de los inversores acerca de que España pueda ser capar de pagar el rescate griego. Incluso afirman que las tensiones continúan en los mercados de deuda cuando lo cierto es que, por ejemplo, el diferencial de rentabilidad del bono a diez años de Portugal frente al de Alemania se moderó ligeramente, desde los 224 hasta los 221 puntos básicos, en una tendencia similar a la de la deuda española.

El riesgo país cede hasta los 104 puntos básicos (4,10% frente al 3,06%), desde los 109 con los que finalizó la semana pasada, y los más de 130 que alcanzó en sus récords. El rescate griego sirvió para relajar la tensión en los mercados periféricos de deuda, en especial en el de Grecia. Su prima de riesgo inició la semana en 616 puntos básicos, por debajo de los 662 del viernes, y de los casi 1.000 que tocó la semana pasada.

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