La UE, el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de EEUU acordaron esta madrugada adoptar drásticas medidas para contener la crisis de deuda soberana en Europa y a los especuladores. Algunas inéditas, otras no vistas desde los días más oscuros de 2008. El movimiento más inesperado fue el del organismo que preside Jean Claude Trichet, que rectificó su mensaje del pasado jueves al anunciar que comprará deuda en los mercados secundarios de los países de la zona del euro para inyectar liquidez y estabilizar los mercados.
El objetivo del mecanismo puesto en marcha por el organismo monetario europeo es frenar el contagio de la crisis de endeudamiento griega a España y Portugal. Como contrapartida, los dos países se han comprometido a llevar a cabo “importantes nuevas medidas de consolidación fiscal en 2010 y 2011” y a presentarlas en la reunión de ministros de Economía del 18 de mayo, según se recoge en las conclusiones del Ecofin informal.
El Gobierno de España aplicará un recorte adicional del gasto de 15.000 millones de euros para contener el déficit de 2010 y 2011. Con esos cambios, el déficit previsto para este año, que ascendía hasta ahora al 9,8% del producto interior bruto (PIB), se quedará en 9,3%, y el de 2011 pasará del 7,5% al 6,5%. La presión de los mercados ha podido más que la voluntad del Ejecutivo de no forzar recortes drásticos del déficit.
Además, la Fed, convencida de que la crisis europea podría convertirse en un problema para EEUU, ha puesto de nuevo en marcha un acuerdo de intercambio de divisas con los bancos centrales de Europa, Canadá, el Reino Unido y Suiza para evitar la falta de liquidez de financiación a corto plazo en dólares en la UE. La autoridad presidida por Ben Bernanke también anticipó que el Banco de Japón considerará pronto unas medidas similares “para responder a las presiones en los mercados de financiación”. Estos intercambios podrán estar vigentes hasta enero de 2011.
Estas medidas complementan al complejo fondo de rescate de 750.000 millones de euro que creará la UE, en colaboración con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para dar asistencia financiera a los países de la zona del euro que tuvieran dificultades para pagar su deuda pública. Esta es la decisión más relevante que ha adoptado la UE desde la creación de la moneda única en 1999 y se produce después de un frenético fin de semana plagado de reuniones y de llamadas telefónica internacionales entre las autoridades europeas y estadounidenses.
El paquete de medidas anunciadas por las autoridades europeas han contado ya con el aplauso de Emilio Botín. El presidente del Banco Santander, primera entidad bancaria española, ha señalado en unas declaraciones recogidas por la agencia EFE que las medidas “nos parecen las adecuadas, al reforzar el firme compromiso de toda Europa con el euro y la construcción europea”. Sobre España, Botín también ha recordado que “es muy importante que se cumplan los compromisos adquiridos por España en materia de reducción del déficit público, siendo necesario que todas las fuerzas políticas, económicas y sociales apoyen las reformas y medidas necesarias para recuperar la confianza en nuestro país y la generación de empleo”.
El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, recordó hoy que él propuso a Zapatero en su reunión del pasado miércoles en La Moncloa un recorte del déficit similar que el presidente del Gobierno rechazó pero que, obligado por Bruselas, se ha visto obligado a aceptar este fin de semana. En opinión de Rajoy, Europa “ha cantado las cuarenta a Zapatero” porque “España ha sido vista como un problema en Europa, algo que no ocurría en muchos años”. “Nosotros ayudaremos si quiere hacerlo porque es lo que llevamos pidiendo dos años” ha concluido el presidente del PP.
El plan de la UE y el FMI para evitar que la crisis griega se extienda a otros países de la eurozona ha provocado también un descenso en los tipos interbancarios, que se encontraban en máximos anuales ante la reticencia de las entidades de prestarse entre ellas. El Líbor a tres meses en euros bajaba 0,69 puntos básicos, su primera caída desde el pasado 19 de abril, hasta situarse en el 0,6275%. La tasa a tres meses en dólares bajaba 0,69 puntos básicos hasta alcanzar el 0,4215%. Rompía la tendencia la tasa en libras, que debido a la incertidumbre política subía hasta el 0,6975%.
El Euríbor a 12 meses, el principal indicador para el cálculo de las cuotas de las hipotecas, bajó hoy cuatro milésimas en su cotización diaria y se situó en el 1,245% después de catorce jornadas consecutivas de subidas.
