El plan de recorte de gasto impulsado por el Gobierno ha puesto fin a la paz social. Cándido Méndez ha lanzado un órdago al presidente del Gobierno al convocar una huelga de funcionarios el próximo 2 de junio. Un primer aviso de UGT que irá acompañado de un calendario de movilizaciones en todos los sectores, pactado con CCOO, tal y como anunciaron los líderes sindicales en Moncloa.
Primer toque de atención de UGT, sindicato ligado al PSOE, a José Luis Rodríguez de Zapatero. La Federación de Servicios Públicos del sindicato ha acordado responder con este paro ante la “agresión sin precedentes” que considera la bajada salarial del 5% al funcionariado, ya que supone el incumplimiento del acuerdo cerrado en septiembre pasado.
La decisión del sindicato que lidera Cándido Méndez ha elevado el temor en la familia socialista a una campaña de movilizaciones sindicales a menos de dos años para las elecciones. Todavía tienen en su memoria la huelga general que UGT convocó durante el Gobierno de Felipe González, un paro al que atribuyen el principio del fin de la etapa del ex presidente. Así, sostienen que la derrota electoral y posterior debacle del socialismo fue consecuencia de las movilizaciones sindicales.
La Federación de Servicios Públicos de UGT, además del paro general del 2 de junio, iniciará una campaña de movilizaciones el próximo día 20 que contempla concentraciones frente a las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno, recogida de firmas y una manifestación de delegados sindicales en Madrid el día que comience la tramitación parlamentaria del plan de recorte de gastos anunciado ayer por Zapatero.
La decisión de UGT se ha conocido mientras su líder, Cándido Méndez, y el de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, se encontraban reunidos con el presidente del Gobierno en el Palacio de La Moncloa. En una rueda de prensa posterior, ambos dirigentes reiteraron su “rechazo radical” a las medidas, “más allá de las aclaraciones”. Toxo, incluso, advirtió que “cuidado” con lo que se hace y con las cosas que se dicen, en referencia a algunos ministros que “de forma irresponsable hablan de los funcionarios públicos”. Méndez señaló entre las principales “víctimas” del plan, el sector público y el Pacto de Toledo.
CCOO y UGT mantendrán reuniones en los próximos días para acordar movilizaciones de manera conjunta. Toxo reconoció que no se descarta “ningún escenario”, aunque ni él ni Méndez han mencionado en ningún momento la palabra huelga. “Hemos empezado un camino que se sabe como empieza pero no como acaba”, señaló Méndez para mostrar su pesimismo.
La prensa internacional se ha hecho eco de las medidas de recorte de gasto que anunció ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Financial Times es, sin duda, el medio que más pone en duda la efectividad de los recortes.
El conservador diario británico afirma que Zapatero por fin “se decidió a coger el hacha”, pero advierte que “no es seguro que este recorte social vaya a funcionar” puesto que si afecta al crecimiento económico, las medidas podrían “acabar aumentando el déficit más de lo esperado”. También señala que ahora “la tarea más urgente” es recuperar “credibilidad con los titulares de bonos, sin perder de vista la necesidad de reforma de un rígido mercado laboral”.
The Guardian no entra a valorar aunque sí habla de “instinto de supervivencia” y augura conflictos entre Gobierno y sindicatos.
La prensa estadounidense también se hace eco del recorte. The New York Times comenta la reacción de los mercados europeos, que subieron como consecuencia de las medidas adoptadas por Portugal y España. The Wall Street Journal también hace referencia al plan español y señala que Zapatero ha adoptado las medidas “bajo presión”, especialmente después de que Obama le exigiera una “acción decidida”.
De vuelta a Europa, los diarios franceses e italianos se limitan a contar las medidas. Los franceses Le Figaro habla de «cura de austeridad» y Liberation de ajuste “drástico”. El italiano Corriere della Sera informa del «aplauso» de los organismos internacionales, de Silvio Berlusconi y del ex ministro de Economía español, Pedro Solbes.
