Camps esta “más feliz que ayer” pese al auto del Tribunal Supremo que encuentra numerosos indicios de cohecho en la actuación del presidente valenciano al aceptar reiteradamente que la trama Gürtel le regalara trajes, y esta inexplicable felicidad del dirigente valenciano por una sentencia que no le es favorable saca de sus casillas a Pedrojota, que dedica su principal editorial a pedir que el PP y Rajoy hagan “pagar “a Camps “por los desmanes que facilitó” de una red corrupta. En la línea que viene siendo habitual en el director de El Mundo marca la hoja de ruta que debe seguir el partido conservador si no quiere que el ‘caso Camps’ le acabe afectando: convocar primarias para que las bases del PP decidan quién debe ser su candidato.
Otra de las noticias destacadas es que Garzón haya recibido el permiso del Poder Judicial para trabajar en la Corte Penal Internacional, algo que también irrita a Pedro J. por lo que recuerda a Garzón que podrá seguir “luciéndose” pero no como juez” y que “eso no le impedirá sentarse en el banquillo ni neutraliza su suspensión cautelar”. O sea ‘chincha rabiña’ como dicen los niños. En el lado contrario, y como muestra del apoyo de El País al magistrado, Javier Pradera hace notar en un artículo de opinión que “seguramente las ruindades, miserias y envidias corporativistas dentro de la magistratura juegan un papel significativo en la campaña contra Garzón” ya que “la atracción irreprimible por los escenarios iluminados, la necesidad compulsiva de adulación periodística, el apetito insaciable de gloria y los celos rencorosos por los éxitos ajenos son frecuentes no sólo en la política sino también en la judicatura”.
Pero quizá la noticia de la jornada sea la que publica El País: “Europa pone freno a las prácticas más especulativas en los mercados”, regulación de los fondos de riesgo que el de Prisa considera “necesaria si se quiere evitar la volatilidad de los mercados”, puntualizando que “el euro debe depreciarse para favorecer la recuperación europea, pero no son admisibles desplomes bruscos de su cotización causados por el pánico de los grandes fondos”.
