Felipe González ha salido hoy en defensa de la gestión del presidente del Gobierno ante la crisis económica y ha elogiado el plan de ajuste del déficit público que ha sido el primero en la UE, tras Grecia. Unos halagos que no han estado exentos de alguna tibia crítica como la tardanza en esta decisión. “Al Gobierno se le puede reprochar haber reaccionado tarde a la crisis pero no las medidas de ajuste”, ha asegurado.
El jefe del Ejecutivo que más legislaturas ha estado al frente de su puesto, cuatro legislaturas en total, ha decidido romper su silencio sobre la situación de España horas antes de intervenir en la celebración de los 100 años del acta como diputado de Pablo Iglesias. Un evento en el que compartirá mesa con el propio Zapatero.
En una entrevista en TVE, González ha asegurado que “sin duda”, al igual que el Gobierno, él habría tomado una medida tan impopular como la congelación de las pensiones. Una iniciativa que ha provocado un aluvión de críticas tanto desde los grupos parlamentarios como desde sectores de la sociedad. Unos ataques, sobre todo los del PP, que se deben o a que este partido esta “cegato” sobre lo que pasa en Europa o quiere “mentir” a la opinión pública, según González. El ‘capote’ del ex presidente hacia Zapatero ha ido a más y ha acusado al PP de “pedir todo” pero “no explicar nada”.
Una actitud que contradice a la del resto de partidos populares europeos que cierran filas con su Gobierno cuando están en la oposición.
González no sólo se ha puesto en el bando de Zapatero frente a las críticas externas, sino que ha intentado zanjar la posible división que podría haber entre ambos por unas declaraciones en las que el ex presidente señalaba que era de necios rectificar todos los días. “No estaba pensando en el Gobierno”, ha asegurado el ex líder socialista.
El ‘gesto’ de González se ha venido abajo cuando ha señalado que “ojalá hubiera rectificado -Zapatero- hace dos años sobre la magnitud de la crisis” junto al resto de la UE. Unas palabras que seguro que encuentran eco en la intervención que ambos tienen esta tarde en el Congreso ante casi 800 diputados del grupo socialista para recordar la labor parlamentaria de Pablo Iglesias.
Antes de que ambos intervengan a las 17,15 horas, esta mañana, en la apertura de este acto, ya se han visto por el Congreso ‘viejas caras’ del PSOE. José Barrionuevo, Manuel Marín, incluso, Cristina Almeida, han acudido a la Cámara para “hablar con camaradas que hacía décadas que no veían”, señalaban muchos. Abrazos y conversaciones que se mezclaban con las intervenciones de Alfonso Guerra, Gregorio Peces-Barba o José Bono.
El ex presidente del Gobierno no ha dejado pasar la ocasión para dar su opinión sobre las líneas que debe seguir la reforma laboral. Para González esta reforma es “imprescindible” pero ha recordado que “no crea empleo” ya que lo que lo crea es el “crecimiento económico”. Asimismo ha defendido la necesidad de “incrementar la productividad por hora” y ha reconocido que “el abaratamiento del despido, probablemente, facilitará las cosas desde el punto de vista de la contratación”.
