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Los ‘hedge funds’ esperan que el recorte del gasto público del Reino Unido alcance un 2% del PIB

El Gobierno británico debe recortar su gasto público y los ‘hedge funds’ hacen sus apuestas: “recortará cerca de un 2% del PIB al año”. Esta previsión supera la cifra que dio Fitch Ratings hace unos días, cuando amenazó al Reino Unido con quitarle la triple A si no reduce su déficit un 1% del PIB anual. El viceprimer ministro del país, el liberal Nick Clegg, se ha mostrado de acuerdo con tomar medidas para lograr este objetivo. Clegg ha afirmado esta mañana en Madrid que “los recortes son la prioridad inmediata del país”.

La situación del Reino Unido no invita al optimismo. Fuentes de la industria de los ‘hedge funds’ de la City confirmaron a EL BOLETÍN que “se acercan tiempos muy duros”. Estas fuentes fueron las que auguraron que el Gobierno recortaría “entre 20.000 y 30.000 millones (de libras)”. Es decir, entre 24.200 millones de euros y 36.340 millones de euros. “Esto supondrá cerca de un 2% del PIB, si le sumamos los 6.000 millones (de libras) que ya están acordados”, explicaron los expertos consultados.

La amenaza de Fitch, no obstante, se relativiza bastante. “No creo que haya una preocupación inmediata sobre la pérdida de la triple A”, puntualizaron, para posteriormente añadir que, además, este es un factor que “también depende de los mercados”.

La reacción social a estos recortes ya es harina de otro costal. Probablemente temiendo que se sucedan huelgas como ya ha sucedido en Grecia y en España, y también pendiente de su propia popularidad, Cameron se dedica en estos días “a preparar al público para los tiempos que se avecinan”, confirmó uno de los analistas requeridos.

Pero parece que el Gobierno británico no sólo quiere convencer a su público. Hoy el viceprimer ministro del país, el liberal Nick Clegg, ha viajado a Madrid para defender las medidas de ajuste. El político liberal aseguró que los recortes constituyen la única alternativa para garantizar la estabilidad y reducir el déficit público de los estados, porque “queda muy poco margen de maniobra”.
En el desayuno organizado por el Foro Nueva Economía, Clegg apostó por consolidar las cuentas públicas y, al mismo tiempo, por abordar reformas estructurales que impulsen el crecimiento y persigan la justicia social, a través de medidas “exhaustivas, completas, ambiciosas, definitivas y claras” y no con “pasos graduales”.

“Sabemos cuál es el peligro de no actuar y ha llegado el momento de hacer el trabajo difícil”, señaló el viceprimer ministro británico, quien afirmó que “si los gobiernos europeos fallan, se estará condenando al continente a años de dificultades económicas, políticas y sociales”. “Unidos somos más fuertes, y más débiles actuando por separado”, subrayó. No obstante, Clegg reconoció que “no hay nada progresista en este tipo de medidas”, al tiempo que abogó por intentar minimizar su impacto sobre los más débiles e indicó que el nuevo Ejecutivo británico va a recortar la pensión de los diputados, ya que “no se pueden pedir sacrificios a los ciudadanos cuando los políticos no dan ejemplo”.

A pesar de haber abogado por la unidad de Europa, Clegg ha reconocido que su país no entrará en el euro durante la legislatura de Cameron. Nick Clegg no eludió en ningún momento el debate sobre la City y argumentó que al nuevo Ejecutivo no le temblará el pulso si tiene que tomar medidas que afecten al sector financiero británico. “Cuando sea necesario actuar de manera radical, lo haremos, pero con proporcionalidad”, aseveró.

En este sentido, explicó que el Gobierno ha creado una comisión para analizar durante un año la situación del sistema financiero, con el objetivo de elegir las iniciativas que “vayan directas al problema y no a aspectos superficiales”. Clegg apostó por la transparencia de las entidades.

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