El Gobierno australiano cede. Tras una ardua batalla -plagada de diálogo, eso sí- mantenida desde el pasado 2 de mayo entre las autoridades del país y las principales mineras que operan en la zona, el Ejecutivo del país ha accedido a considerar una variación en el impuesto que quiere imponer al sector.
La presión que han tratado de transmitir los enviados de BHP Billiton, Xstrata y Rio Tinto ha dado resultado. Así, tras una reunión mantenida entre directivos de estas tres mineras y el ministro de Recursos australiano, Martin Ferguson, las autoridades del país han dicho que considerarán suavizar la idea inicial en la que se basaba el impuesto aprobado a principios de mayo.
Según informa el portal financiero Dow Jones, las grandes mineras han comunicado su preocupación sobre la competitividad de Australia en el sector minero si el impuesto finalmente se implanta en las actuales circunstancias. Como posible solución ‘pacífica’, los directivos de los gigantes han pedido que no se imponga la tasa a los proyectos que ya están en marcha. Y, por lo que parece, el Gobierno concederá esta petición.
Las últimas noticias llegadas de Australia no han parecido repercutir en los inversores de la Bolsa de Londres. Tanto BHP Billiton, como Xstrata y Rio Tinto se mantenían planas a media sesión, mientras que los CDS de Xstrata han experimentado una mejora sustancial.
