Opinión

El gobierno de los ricos

Igual en casa le han recordado lo “poco” que gana un político y por eso Miguel Boyer dice que a este paso nos van a gobernar los menos listos de la clase. A Boyer hace tiempo que no le mueven los ideales si no la cuenta de resultados, y por eso hace esas declaraciones tan poco decorosas para alguien que tuvo un papel destacado en la historia de la izquierda española.

Si esas declaraciones las hubiera hecho, pongamos por caso, Hernández Mancha pues se podía haber entendido que entre ricos todo lo que no es beneficio es un claro prejuicio. Sólo el necio confunde valor y precio decía Machado, y necio es Boyer que sigue la estela de aquellos que fueron ministros con Franco y que se mostraban ufanos de su amplio patrimonio porque en El Pardo no los querían pobres.

La carrera pública está muy desprestigiada en gran parte por el trabajo a pulso que han hecho los políticos para devaluarse a toda costa, pero no es menos cierto que es el único oficio que trabaja para transformar a la sociedad. En otro caso nos podemos dar a la gestión y que en lugar de presidente del Gobierno que haya un consejero delegado, y por ministros pongamos a unos gerentes de balances fríos. Para votar no haría falta acudir a las urnas, bastaría con apretar un botón en el cajero automático, y con suerte podrías ganar una promoción de toallas de baño.

Así que Boyer es demasiado rico como para aceptar una cosa de pobres. Ya lo sabíamos pero igual el que se ha dado cuenta es él.

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