La economía estadounidense destruyó 125.000 empleos en el mes de junio, según publicó hoy el Departamento de Empleo de EEUU. El dato mejoró las previsiones de los expertos, que esperaban un recorte de 130.000 puestos de trabajo. Los ajustes de empleos temporales por parte de la Administración Obama ha sido el principal motivo de la pérdida de puestos de trabajo.
El sector privado creó 83.000 empleos en junio, mientras que Washington y las empresas públicas recortaron 208.000 puestos de trabajo, el primer ajuste de este tipo después de cinco meses consecutivos de creación de puestos de trabajo. Esta caída se ha producido principalmente por el vencimiento de 225.000 empleos temporales, personas que había contratado el Gobierno para elaborar el censo de este año.
La industria fue el sector más castigado. La producción de bienes acabó con 8.000 empleos y la construcción con 22.000. La oferta de servicios, que en general arrojó 91.000 nuevas vacantes al mercado, quedó ensombrecida por unos recortes de plantilla que en la distribución alcanzaron los 7.000.
Las horas trabajadas se redujeron en un 0,1% frente al crecimiento del 0,2% que experimentaron en mayo. También se remuneraron peor: los asalariados recibieron una media de 22,53 dólares por hora en junio frente a los 22,55 del mes anterior.
La contracción de la duración de las jornadas sugiere que uno de los motivos por los que la economía estadounidense no ha seguido destruyendo puestos de trabajo es que se han reducido las horas. El sector privado de EEUU ha creado 593.000 empleos en lo que va de año.
Los datos sobre el empleo no agrícola han superado las expectativas que había despertado en los mercados el informe ADP, que mide las ocupaciones que crean las empresas privadas en su conjunto. En junio, según los analistas, se habían creado sólo 13.000 nuevos puestos de trabajo frente a los 57.000 que se generaron en mayo.
La cifras del mercado de trabajo de la semana pasada también fueron inferiores a lo esperado. El número de personas que solicitaron el subsidio subió en 13.000, hasta las 472.000 peticiones. El dato se situó muy por debajo de lo que preveían los analistas, que habían pronosticado una lectura de 455.000 solicitudes.
