Internacional

Aumenta la presión para que Merkel recorte el estado de bienestar

El director del Instituto de Investigación Económica Ifo de Alemania, Kai Carstensen, ha afirmado que la recuperación del país germano se ha ralentizado después de que el segundo trimestre fuera especialmente bueno. Para paliar este decaimiento, Carstensen ha urgido al Gobierno a que rebaje los subsidios sociales para poder bajar así los impuestos, tal y como prometió Angela Merkel durante su campaña.

El director del Ifo alemán ha señalado que los datos del segundo cuatrimestre del año van a suponer una agradable sorpresa para la economía del país, pero también ha querido recalcar que la crisis todavía no ha pasado. “La recuperación puede perder el ritmo, tal y como ha quedado reflejado en los últimos indicadores” ha advertido el director del Ifo.

Carstensen, que también forma parte de la comisión que elabora la previsión anual de la economía que realiza el Gobierno cada primavera, afirma que el Gabinete de la canciller alemana, Angela Merkel, debería llevar a cabo cortes en los presupuestos del Estado en lugar de ralentizar la perspectiva económica del país. “Es hora de empezar la consolidación económica en Alemania. La economía ya no está en recesión y la deuda pública se ha elevado a niveles que superan el 60% del producto interior bruto establecido en el Tratado de Maastrich, la piedra angular de la Unión Europea”, ha señalado Carstensen.

En un intento de evitar la preocupación de los que temen que una reducción del gasto público podría provocar un estancamiento en la economía si se introduce antes de tiempo, el director del Ifo alemán ha afirmado que “ajustarse el cinturón no es una amenaza para Europa, sino un paso necesario para restablecer la confianza en la financiación pública”, dentro del contexto de la crisis de deuda pública que se está viviendo en la Unión Europea.

El Gobierno de coalición de Angela Merkel está actualmente discutiendo qué medidas llevar a cabo para reducir la carga de la deuda contraída por el país después de que los esfuerzos realizados para estimular la economía llevaran a pedir préstamos que se elevan a cifras récord de más de 80.000 millones de nueva deuda sólo durante el último año. Además, el Gobierno de Merkel ha perdido mucha popularidad desde las elecciones generales de septiembre, por lo que los expertos apuntan a que el Gobierno alemán está ahora en una situación demasiado débil como para realizar recortes demasiado fuertes en el gasto público.

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