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Zapatero ofrece pactos y Rajoy pide elecciones anticipadas

El enfrentamiento entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en la primera jornada del Debate del estado de la Nación se ha saldado con ofertas de pacto del presidente del Gobierno que no han encontrado respuestas en el líder de la oposición que ha preferido pedir la convocatoria de elecciones anticipadas. A las 12 en punto, el jefe del Ejecutivo se subía a la tribuna del Congreso para hacer un balance de todo lo ocurrido este año en materia económica, un resumen que se ha caracterizado por la frase que ha puesto punto y final a su discurso y en la que versan todos los “sacrificios” que ha pedido.

“Podemos negarnos a acometer esta modernización y correr el riesgo de languidecer, de quedarnos descolgados, o podemos afrontar la necesidad de los cambios, aunque nos cueste esfuerzos”, ha sentenciado Zapatero en un afán por lograr el respaldo del resto de partido en reformas como la laboral, la reforma de las pensiones o del sistema financiero. Tras estas palabras llegaba la hora de comer, aunque antes se ha podido ver a ministros como José Blanco ‘sondear’ en los pasillos del Congreso la opinión de los periodistas parlamentarios sobre la intervención del presidente del Gobierno. El responsable de Fomento no ha sido el único que ha protagonizado ‘corrillos’ ya que el responsable económico del PP, Cristóbal Montoro, antes de dar el último visto bueno al discurso de Mariano Rajoy, ha hecho lo propio y ha intercambiado opiniones y planteamientos con los periodistas. Tras comer, el líder de la oposición subía a la tribuna con un objetivo claro, tal y como se ha podido ver tras intervención: pedir elecciones anticipadas.

Una petición que ha dejado el líder de la oposición para el final de su discurso. Cuando llevaba 34 minutos en la tribuna de oradores, Rajoy sorprendía a propios y extraños al asegurar que “lo mejor que puede hacer es disolver las Cortes y convocar elecciones”. Una afirmación que ha provocado una cerrada ovación en toda la bancada conservadora en la que había hasta senadores sentados en las escaleras.

Antes de la petición de elecciones, el presidente del PP ha ‘tirado’ de hemeroteca y del diario de sesiones del Congreso para evidenciar las promesas incumplidas de Zapatero, así como los giros en sus políticas sociales. Rajoy ha recordado que el presidente del Gobierno se comprometió a no tocar los derechos de los trabajadores en la reforma laboral, algo que para el dirigente popular a la vista está que no ha cumplido. Reproches ante los que los diputados de su partido se esforzaban por aplaudir y vitorear. Una situación que se ha repetido hasta en siete ocasiones cuando apenas llevaba 20 minutos de intervención.

Tras un repaso de datos económicos, como los 700.000 trabajadores que han perdido su puesto de trabajo desde el último Debate de la Nación, el presidente del PP le ha negado a Zapatero su oferta de pacto. “Es muy difícil remar con usted porque nadie sabe dónde rema ni en qué dirección. Pide un pacto -en el sistema de pensiones- cuando se ha cargado el anterior”, ha recalcado Rajoy.
Es en este momento y ante la sorpresa de la bancada socialista, incluso la del resto de partidos, cuando el líder de la oposición se ha atrevido a pedir elecciones anticipadas. Una iniciativa que hasta ahora no había hecho en público, lo más cercano ha sido su propuesta al grupo socialista a que presentara una moción de confianza. Ante esto, Zapatero ha contestado que sea el PP el que dé un paso adelante y presente una moción de censura.

Tras esto, se ha presenciado un debate entre ambos líderes protagonizado por el ‘y tú más’ que ha mostrado a un Zapatero más combativo que durante su discurso de la mañana y a un Rajoy que no ha tenido inconveniente en no mostrar cuáles son las alternativas a la crisis.

Zapatero ha metido el Estatut en el debate al anunciar que hará las reformas necesarias para que los aspectos que el Tribunal Constitucional no haya avalado se puedan regular. Asimismo, ha tenido una mención especial para las críticas del PP a este texto autonómico al asegurar que “atacaron el Estatut porque le iba a traer beneficios políticos en el resto de España, pero ahora ha echado cuentas y prefiere cabalgar contra la crisis, ya no contra Cataluña”.

La intervención del presidente del Gobierno ha provocado que todos los grupos políticos, excepto el PSOE, coincidan y critiquen en bloque el discurso de José Luis Rodríguez Zapatero. Nada más bajarse de la tribuna el jefe del Ejecutivo, uno a uno han pasado los portavoces parlamentarios por la zona conocida como el ‘Escritorio’ para trasladar sus conclusiones, negativas, del discurso.

La encargada de abrir las lista de reproches ha sido la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, que ha asegurado que el discurso del jefe del Ejecutivo “ha certificado el agotamiento de su partido y de su proyecto político”. Los siguientes, los nacionalistas. Josep Antoni Duran i Lleida ha colocado a Zapatero “en otra galaxia”, mientras que el representante del PNV, Josu Erkoreka, “no ve nada nuevo, sólo reformas ya anunciadas”.

Con el turno de los partidos minoritarios el tono de las críticas se elevaba y el diputado de IU, Gaspar Llamazares, tenía “la sensación de que parte del equipo y el capitán (el presidente del Gobierno) se han pasado al equipo contrario”, al PP, su compañero Joan Herrera, de ICV, no ha visto a “un presidente de izquierdas”.

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