Los sindicatos de Metro preparan ampliar los paros en el subterráneo las próximas semanas, así como la celebración de movilizaciones para trasladar a la calle su protesta. Esta última iniciativa, según ha asegurado a EL BOLETIN el responsable de UGT en Metro, Teodoro Piñuelas, se votará el lunes en una asamblea de trabajadores tras el nuevo desacuerdo que se ha producido en una reunión con la dirección.
Los sindicatos quieren abrir nuevos frentes en su lucha contra la reducción del salario de los trabajadores del suburbano, después de que la dirección de Metro no haya aceptado la iniciativa propuesta por las organizaciones sindicales basada en reducir un año la antigüedad de los empleados e incluir en las partidas los gastos generados por la huelga. Así, Piñuelas ha declarado las intenciones de los sindicatos de ampliar las movilizaciones y la posibilidad de prolongar los paros en las próximas semanas. También se lamenta del “esfuerzo que hemos hecho la parte social”, para al final no llegar a un acuerdo. El director gerente del Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid, José Manuel Pradillo, ha explicado que su negativa ante la propuesta de los sindicatos se basa en que queda fuera de la ley, algo “imposible desde el punto de vista jurídico” y ha declarado que “es una trampa en el sentido matemático”. Aun así, ha asegurado que este rechazo no significa la ruptura de las negociaciones y que siguen dispuestos a dialogar, siempre y cuando se respeten los servicios mínimos.
Por su parte, el portavoz del comité de huelga, Antonio Asensio, ha afirmado que su propuesta recoge los 7,9 millones de euros que tienen que ahorrar antes de que finalice el año, tal y como establece la Ley de Medidas Urgentes. Además, ha recriminado a la dirección de Metro por afirmar que su rechazo no se debe a una cuestión “económica”, ya que su iniciativa sólo toca las partidas de personal. Ante esta situación, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha declarado esta mañana en Santiago de Compostela, su deseo de que las “negociaciones lleguen a buen fin” y “que la huelga termine” y ha pedido a los empleados del suburbano que sean “solidarios” con los otros trabajadores del sector público y privado.
Por ahora, la última oferta que sigue en pie es la reducción de los salarios un 1,5%. El día después de que los sindicatos celebren la próxima asamblea, se configurarán las nóminas de los trabajadores de Metro. Así, Pradillo ha amenazado que en caso que no se acepten la propuesta del 1,5%, se recortará un 5% las retribuciones de los empleados, lo que supondrá una disminución en las nóminas de junio y julio.
La huelga de Metro ha transcurrido con normalidad durante toda la mañana. Gracias a los servicios mínimos los trenes pasaban con una frecuencia de entre seis a 12 minutos, según las líneas. Además, la empresa del suburbano ha establecido vehículos privados para transportar a los trabajadores que no quieran secundar la huelga, para garantizar su seguridad. Hoy ha sido el primer día de huelga después de 10 días de tregua. Además, los sindicatos volverán a los paros el viernes que incluirá también un 50% de servicios mínimos.
