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Compás de espera

Los especuladores no sólo han dado una tregua a los mercados de deuda soberana, también a las empresas europeas con grado de inversión. En los últimos días, y tras la publicación de resultados de las pruebas de resistencia a la banca, los costes de financiación de estas compañías en los mercados de capitales han caído en picado y ya rozan los que registran las empresas estadounidenses.

Así, la brecha existente entre los credit default swap (CDS) de las empresas europeas frente a las estadounidenses se ha reducido hasta los 0,7 puntos básicos, según los datos del cierre de ayer. La prima de riesgo sobre la deuda empresarial europea con grado de inversión se disparó hasta un récord de 23 puntos el pasado 7 de mayo, en medio de las especulaciones que apuntaban a que las dificultades de los países europeos para hacer frente a los elevados déficits presupuestarios podrían infectar a los mercados de crédito.

El mercado de bonos registra una renovada confianza, unos días después de conocer los resultados positivos de 84 de los 91 bancos que se sometieron a las pruebas de resistencia financiera y tras la venta de deuda que ha realizado el Tesoro Público español.

Ayer no sólo se redujo en 1,25 puntos el índice CDS europeo, situado en 103,625 puntos básicos, sino que el índice de inversión estadounidense, Markit CDX, también se redujo 0,08 puntos básicos, hasta los 102,92. Estos descensos, que dejan a estos indicadores con las cifras más bajas desde el 13 de mayo, suponen una buena noticia para las inversiones, ya que los índices suelen disminuir a medida que mejora la confianza de los inversores en el sistema y aumentan a medida que se deteriora.

“Esto supone una preocupación menos” ha afirmado Scott MacDonald, director de crédito y de investigación económica de Aladdin Capital Management LLC en Stamford, Connecticut, que supervisa unos 12.500 millones dólares, en declaraciones a la agencia Bloomberg. El experto también ha señalado respecto a los problemas de la banca que “esto ha supuesto un problema que se podía cuantificar y calificar. Ha venido, se ha ido, y tampoco ha sido tan malo”.

Por su parte, Alberto Gallo, un analista de la entidad bancaria Goldman Sachs ha afirmado que la diferencia entre el coste de asegurar a las empresas europeas y financiar su deuda está también reduciéndose, y la diferencia acabará desapareciendo a medida que la confianza que tienen los inversores en los bancos vaya mejorando, como ha hecho en los últimos días. De hecho, antes de que las preocupaciones sobre la deuda soberana estallaran en abril, el índice europeo siempre se había mantenido cercano al estadounidense.

En los últimos días, los mercados de deuda soberana han vuelto a adquirir su habitual aspecto aburrido de siempre. Los expertos consultados por este diario creen que el 3% es ahora la referencia para los bonos públicos a diez años.

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