El Ministerio de Trabajo ha remitido un comunicado ante las constantes denuncias de los controladores aéreos sobre su situación laboral. Este departamento asegura que el 66,34% de las bajas de estos trabajadores recibieron el alta tras iniciar las revisiones médicas fijadas por esta polémica.
La estrategia de los controladores aéreos de evidenciar la presión que sufren en sus puestos de trabajo que les provoca la necesidad de pedirse la baja por ansiedad o taquicardias ha sido contestada por el departamento de Celestino Corbacho.
De los 205 trabajadores que acudieron a las revisiones establecidas para conocer la veracidad de estas bajas, 136 empleados, o lo que es lo mismo el 66,34% o dos de cada tres controladores, fueron dados de alta médica ya que sus enfermedades eran “de muy corta situación”.
“La frecuencia -de estas bajas- se encuentra incluso por encima de la que es habitual en momentos tales como epidemias de gripe o alergias estacionales, y hasta la fecha no se había producido ningún caso con una incidencia similar de bajas”, asegura el ministerio en un comunicado, según Europa Press.
Este es el resultado de la decisión de la Inspección Médica de la Seguridad Social y de los propios Servicios Públicos de Salud de hacer un seguimiento específico a los problemas de los controladores aéreos.
En esta estrategia, ambas administraciones han llamado a consulta a los controladores que no iban a trabajar por encontrarse enfermos o con alguna dolencia y valorar así si, efectivamente, se encontraban indispuestos para trabajar o no.
“En bastantes ocasiones el examen médico no se efectúa, debido a que el propio controlador acude a su médico de atención primaria a solicitar el alta médica”, asegura el ministerio.
Con estos datos se certifican las dudas que el ministro de Fomento, José Blanco, había escenificado en público sobre las denuncias de este colectivo sobre la presión a la que se veían sometidos en sus jornadas laborales.
Este comunicado y las afirmaciones que en él se incluyen no han gustado a los controladores aéreos que a través de su sindicato, la Unión Sindical de Controladores Aéreos, aseguran que estas acusaciones de absentismo laboral son un capítulo más en la “campaña de desprestigio” hacia este colectivo que no busca más que tapar con otro asunto “la privatización de un servicio público”.
