Las largas colas en el Flagship Store de Telefónica, la emblemática tienda de la operadora situada en la Gran Vía madrileña, han avalado la expectación que despierta el nuevo iPhone 4, a la venta desde este 30 de julio. Algunos ‘appleadictos’ han aguantado hasta diez horas, incluso con saco de dormir. Pese a que se espera una elevada demanda, Pilar Latorre, directora de Marketing Residencial de Telefónica, explicó esta mañana en una multitudinaria rueda de prensa, que “hay stock suficiente para satisfacer a los clientes”.
El renovado dispositivo de Apple ha llegado al mercado español precedido por la polémica sobre los problemas de cobertura que ha presentado, pero Telefónica colaborará con la compañía para atender a las reclamaciones, algo que confían no se produzca. “Nosotros seremos algo así como el brazo armado de Apple para tramitar todas las devoluciones”, apuntó Latorre.
