Al final todo es cuestión de una dieta adecuada, (no quiero decir que el Gobierno tenga que adelgazar), si no que es conveniente acertar con lo que se come y se bebe para tener una vida feliz y disfrutar de buenas relaciones con los sindicatos. Alex Ferguson, el técnico del Manchester que lleva veinticuatro años en el banquillo del equipo, tiene el secreto: «beber el vino correcto».
Se entiende que toda actividad de poder lleva aparejada la ingesta de varios sapos a la hora del desayuno, (los batracios además de ardor de estómago provocan mucha sed). Así que la elección de un buen vino resulta conveniente para sobrellevar la púrpura con cierta alegría y menos canas. Lo de hoy, la huelga, no es más que el reflejo de que Zapatero se ha equivocado de vino, en otro caso podría aspirar a estar más tiempo en el banquillo del Gobierno FC pero le sobra sordera ante la crisis y le falta un ministro ‘Mouriño’ de esos que venden como triunfos los empates a cero.
Tiene razón sir Alex Ferguson porque en la elección del vino uno se juega más cosas que el paladar, y en España tenemos por fortuna excelentes bodegas, la clave es dar con la marca adecuada. En el descorche, como en la política, hay que tener la mano templada y no llevar prisas. El vino es el único líquido que, a pesar de que embriaga, aporta lucidez al ser humano, (claro que si te pasas de lúdico acabas loco de atar como El Quijote).
La frase de Ferguson es tan buena que podía ser de Shakespeare. A nuestro presidente le hace falta una relectura de los clásicos.
