Economía

Las eléctricas apuestan por el modelo alemán de la energía nuclear

A pesar de que en un primer momento las eléctricas españolas rechazaron de lleno el posible impuesto a las nucleares, en la industria se empieza a hablar de la posibilidad de justificar la tasa con la excusa de alargar la vida útil de las centrales. Según han asegurado fuentes del sector a EL BOLETÍN, esta opción “neutralizaría” la nueva carga impositiva que tendrían que soportar.

De este modo, España emularía a Alemania, que ha creado un nuevo impuesto a cambio de alargar las vida de las centrales. También en algunos círculos se piensa que el posible nuevo impuesto sería un método políticamente correcto de dar marcha atrás al cierre de la planta de Garoña.

Guste o no y pese a que el asunto no ha trascendido a la esfera oficial, la sombra de una nueva tasa nuclear, y también hidráulica, comenzó a sobrevolar sobre el sector antes del verano, sobre todo después de que el Gobierno y el PP anunciaran su intención de alcanzar un Pacto de Estado en materia de energía, que por el momento, parece haberse congelado. El impuesto sería una fórmula contra los ‘windfall profits’ (los supuestos beneficios extra de nucleares e hidráulicas, que tienen bajos costes de mantenimiento y están ampliamente amortizadas). Desde el sector niegan la existencia de esos beneficios e indican que la tesis sobre la amortización es algo “en absoluto cierto” ya que la vida útil muestra que “están muy lejos de estar amortizadas”. Además, según asegura la industria eléctrica, carecería de sentido reducir los ‘wind profits’ en mercados liberalizados y no resolvería el problema del déficit tarifario. Dichas fuentes también han dicho que “las propuestas que abogan por la reducción de unos supuestos ‘windfall profits’ en la actividad de generación carecen de sentido en mercados liberalizados y no resuelven el problema del déficit tarifario”.

Los datos publicados muestran que este déficit, que se produce porque los costes reconocidos del sistema superan los ingresos regulados, ha ascendido a 2.585 millones de euros en los siete primeros meses del año y que es un 19,9% superior a las previsiones realizadas por la Comisión Nacional de Energía (CNE), que calcula un déficit de tarifa para el 2010 de 3.190 millones de euros. Es decir, que este año se necesita sacar de donde sea más de 3.000 millones de euros para evitar el ‘agujero’ del sector eléctrico. Además del recorte de las primas al sector fotovoltaico, otra de las opciones es la tasa a las centrales nucleares.

Según los cálculos que han elaborado las eléctricas, la indefinición sobre las políticas de reducción del déficit de tarifa ha provocado que el sector haya perdido más de 6.000 millones de euros desde junio de este año. Además, advierten de que también podría perjudicar su calificación crediticia.

En términos homogéneos y tomando la referencia de 11 euros por megavatio/hora, la tasa a las nucleares españolas se elevaría a 635 millones de euros, según los cálculos elaborados por el banco japonés Nomura. En el caso de las hidráulicas, el Gobierno lograría recaudar 252 millones de euros. En total, casi 900 millones, que contribuirían a reducir en aproximadamente un 30% el déficit de tarifa previsto para este año.

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