Opinión

Correa, Chávez y el ‘enemigo común’ del exterior

Nada mejor, dicen, para los gobernantes populistas que definir un enemigo exterior y entretener a la población con una contienda patriótica. Incluso, para aquellos que no practican el populismo como primera opción, pero recurren a él si hace falta. En determinados ambientes financieros madrileños, reputados de su irónico acercamiento a algunos asuntos de actualidad, se interpreta en esta clave las recientes quejas del presidente de Ecuador, Rafael Correa, sobre las hipotecas impagadas de la nutrida colonia ecuatoriana que vive en este país. Curiosamente, ni siquiera estos analistas viperinos considera a Correa un populista puro. Alguno hasta le justifica la actuación porque tras la asonada policial que ha padecido el país, un poco de humo como maniobra de distracción puede resultar hasta necesario.

Fuera de esas consideraciones, y de la certeza de que entre Correa y Hugo Chávez hay bastante diferencia, el hecho de que algunos, o muchos, ecuatorianos no conocieran la ‘dureza’ de las hipotecas españolas no les exime de cumplir con las leyes vigentes. Otra cosa es que, como cualquier cliente, los ecuatorianos afectados intenten negociar con los bancos.

Más información