Moody’s ha vuelto a dar un toque de atención al sector financiero español, y en especial a las cajas de ahorros. La agencia de calificación señala en uno de sus últimos informes que el comportamiento de la economía española durante este año y el próximo añadirá más presión sobre las emisiones de las entidades de ahorro, lo que abre la puerta a una nueva oleada de recortes de ‘rating’ y, al mismo tiempo, a una mayor dependencia de la liquidez del BCE.
Según publica la agencia de rating, los problemas a los que se enfrentará la economía española tendrán un impacto “significativo” sobre el desempeño de los activos que sirven de garantía en titulizaciones de la banca como las cédulas hipotecarias. Las previsiones que maneja Moody’s actualmente para la economía española contemplan una caída del PIB este año de un 0,7% y un crecimiento en 2011 de un 0,5%. En el mercado laboral, la agencia estima una tasa de paro en 2010 del 19,7% y algo superior, del 19,8% para el próximo ejercicio. Para Moody’s, el crecimiento del PIB y el paro son indicadores de cómo una determinada transacción se comportará en los siguientes trimestres.
Las advertencias de Moody’s se producen en un momento en que poco a poco la banca española intenta regresar a los mercados mayoristas y reducir su dependencia de la liquidez barata del Banco Central Europeo (BCE), que alcanzó sus cotas máximas en el mes de junio, ante el congelamiento que se produjo por la crisis de la deuda griega y el temor a que se extendiese a otros países como España. En este periodo, Caja Madrid fue la entidad más dependiente de la financiación del BCE en el sector de las cajas de ahorros, las que más dificultades encontraron para acceder a los mercados.
Según los balances de las cajas presentados el pasado viernes por la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), la entidad presidida por Rodrigo Rato captó hasta junio 15.281,30 millones de euros de financiación del BCE. Bancaja, al entidad con la que lidera el proceso de fusión fría del que surgirá la mayor caja de ahorros, ocupó el segundo lugar, con 9.960,70 millones. Las otras cinco entidades presentes en el proyecto han sido menos dependientes del dinero barato del BCE. Caja Insular de Canarias recibió 350 millones de euros, Caja Ávila 200, Caja Rioja 176,14, Caixa Laietana 121,12 y Caja Segovia 50,51. Entre las siete, nada más y nada menos que 26.140,06 millones de euros, prácticamente el 40% del total del sector de las cajas, que ascendió, según los datos de la CECA, hasta 66.689 millones. La deuda total del sector financiero español con el banco central alcanzó un récord en junio de 126.300 millones de euros, un 47,5% más que en el mes anterior.
La banca suele usar la financiación barata del banco central para afrontar los compromisos financieros. Las siete cajas que participan en la fusión virtual que lideran Caja Madrid y Bancaja deberán atender en los próximos 10 años vencimientos de deuda que superan los 76.000 millones de euros (casi una cuarta parte del total de sus activos). Los años más críticos serán 2011, con 14.621 millones y 2012, con 20.236 millones.
La agencia de calificación Moody’s ha rebajado hoy también la nota de la deuda a largo plazo de la Generalitat de Cataluña de A1 a A2, con perspectiva negativa. La agencia explica la decisión por la “vulnerabilidad creciente” de la comunidad frente a los problemas de financiación ya que, a pesar de haber colocado hasta ahora la deuda necesaria para sus necesidades, ha sufrido un “incremento acusado de sus costes de financiación”. Además, Moody’s alerta de los riesgos de la emisión de bonos a particulares que la Generalitat planea hacer en breve por su corto plazo y su “elevado cupón”.
La agencia de calificación prevé que el año que viene la Generalitat tenga que afrontar mayores necesidades de financiación, que calcula en unos 8.000 millones de euros, lo que supone el 30% de sus ingresos operativos de 2009. Este reto tendrá que afrontarlo el nuevo gobierno que salga elegido de las elecciones del próximo 28 de noviembre.
