Internacional

La negociación en el mercado de deuda maquilla el fracaso de la banca de inversión en EEUU

Las colocaciones de deuda han conseguido que los resultados del tercer trimestre publicados hoy por Goldman Sachs hayan sido mejores de lo esperado. La entidad ha logrado ‘capear’ el temporal aportado por las nuevas regulaciones a pesar de no tener banca comercial. Bank of America, por el contrario, aún no consigue digerir la fusión con Merrill Lynch aunque sigue recortando sus provisiones.

Goldman Sachs sigue sorprendiendo a los analistas. De este modo el banco de inversión más rentable de la historia de Wall Street ha conseguido un beneficio atribuido de 1.737 millones de dólares (1.253 millones de euros) en el tercer trimestre del año, lo que supone un descenso del 43% respecto al mismo periodo de 2009, pero sigue siendo un dato mejor del que se esperaban los analistas, que tenían en cuenta a la hora de valorar estos resultados la nueva regulación contra la especulación de la banca aprobada en EEUU antes de verano. Sin tener en cuenta el pago de dividendos correspondientes a las acciones preferentes, el resultado neto de la entidad alcanzó los 1.898 millones de dólares (1.369 millones de euros), un 40% por debajo del año pasado.

La cifra de negocio de la entidad alcanzó los 8.903 millones de dólares (6.425 millones de euros), un 28% menos, tras facturar un 36% menos en el negocio de ‘trading’ y un 3% en la unidad de gestión de activos, mientras que los ingresos de la división de banca de inversión crecieron un 24%. El presidente y consejero delegado de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, admitió que las condiciones económicas “siguen siendo difíciles”.

Bank of America, por su parte, también sorprendió a los analistas, aunque esta vez al quedarse por debajo de sus expectativas. El banco informó hoy de que en el tercer trimestre de 2010 tuvo una pérdida neta de 7.300 millones de dólares, debido a cargos relacionados con la reforma financiera aprobada hace unos meses y que afecta a su segmento de tarjetas de crédito y de débito. Esos resultados representan una pérdida neta por título equivalente a 77 centavos, dijo la entidad bancaria con sede en Charlotte (Carolina del Norte), al tiempo que subrayó que excluyendo ese cargo especial, su beneficio neto fue de 3.100 millones de dólares (27 centavos por acción). La adquisición hace dos años de Merrill Lynch poco antes de quebrar es un factor determinante a la hora de analizar los resultados de Bank of America. Los desahucios lograron, no obstante, reducir el ratio de morosidad de la entidad.

Los responsables de Bank of America han asegurado además que la documentación que fue puesta en duda la semana pasada por las autoridades en relación a centenares de miles de desahucios certificados en los últimos meses por la entidad está en regla y no encierra ninguna mala práctica profesional. Por ello ha vuelto a abrir más de 100.000 casos que fueron congelados por las investigaciones que estaban siendo llevadas a cabo desde hace unos días por una serie de fiscales como Andrew Cuomo, de la ciudad de Nueva York.

Además, GMAC Mortgage, una entidad hipotecaria, también ha dicho que seguirá adelante con los desahucios previstos por no ver ninguna irregularidad en su documentación. Por su parte, el director ejecutivo de JP Morgan Chase, James Dimon, dijo que nadie “que no se lo mereciese” había sido desahuciado.

No obstante, los fiscales estadounidenses siguen construyendo la causa contra la banca, por los abusos que a su juicio se realizaron en los embargos de viviendas en varios estados del país. La semana pasada Cuomo, uno de los fiscales más influyentes de EEUU, exigió a JP Morgan Chase, Bank of America, Wells Fargo y GMAC los documentos en relación a los desahucios para determinar si las ejecuciones fueron legítimas.

El ‘robo signing’. Según la investigación y diversas denuncias, los bancos procedían a desahuciar mediante un procedimiento denominado ‘robo-signing’. Este consistía en que los ejecutivos de grado medio autorizaban miles de embargos al mes, sin leer la documentación, para quitarlos del balance de los bancos como morosos. Ahora, los tribunales estadounidenses están atascados con un número récord de embargos. Pero aún podrían verse en peores circunstancias ante las demandas que están interponiendo propietarios que acusan a los bancos de cometer errores en los procedimientos de la ejecución.

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