Internacional

Los estudiantes provocan una batalla campal contra los ajustes de Sarkozy

París se ha vuelto a levantar con las calles llenas de gente, de las cuales cada vez más son estudiantes. Ayer la policía detuvo a 300 de ellos y hoy el Ministerio de Justicia ha aclarado que “no existe el derecho a destrozar” las cosas, advirtiendo así a los manifestantes más violentos. El incremento de las tensiones se debe principalmente a que las medidas de austeridad no se aplican con la misma celeridad para los banqueros.

La jornada ha empezado con varios incidentes protagonizados por jóvenes en varios institutos de la periferia parisina. Los jóvenes estudiantes son los grandes protagonistas desde hace varios días, pues ellos han dado, según los expertos, un nuevo impulso a unas protestas que cada vez están más cerca de conseguir, literalmente, paralizar el país. Además, a los paros que mantiene la educación primaria y la secundaria de 300 institutos se han sumado esta mañana entre seis y diez universidades galas de un total de 83.

Por su parte, las doce refinerías del país mantienen la protesta y ya son 2.600 las gasolineras que no pueden ofrecer gasolina a los vehículos. Francia tiene 13.000 centros de abastecimiento para los automóviles, de las cuales ayer 1.000 ya exhibían carteles ante la falta de gasolina.

Los camioneros son otro de los sectores clave para lograr que la protesta llegue a cada hogar en Francia. Los conductores de estos vehículos ponen en peligro las reservas de alimentos y otros muchos productos.

La sociedad gala, que secunda la protesta en un 71%, se moviliza por sexto día consecutivo contra la medida que tiene que aprobar el Senado esta semana, y que pretende establecer la edad de jubilación a los 62 años y no a los 60, como está estipulado actualmente.

Tiempos. La edad mínima de jubilación pretendía ser retrasada por los sindicatos hasta el 2015, pero el Gobierno galo no ha hecho caso a esta petición. Por el contrario, la banca gala sólo tendrá que afrontar una tasa extraordinaria desde el 2011 hasta el 2013, tal y como informó EL BOLETÍN el pasado mes de septiembre. Por descontado, el preacuerdo sobre las normas bancarias que se aprobó en Basilea III permite a las entidades implantar las nuevas medidas de prevención de riesgo hasta el año 2019.

Estos hechos, junto a otros de la misma índole, ha generado un gran malestar entre los trabajadores y los estudiantes franceses, que exigen que si hay medidas de austeridad, sean aplicadas a todos por igual.

Sin embargo, pese a la radicalización del movimiento en la calle, el seguimiento de la huelga es irregular. En la educación se estima que un 14% de profesores ha secundado el paro y en correos entre 10% y el 25% de los trabajadores. En el sector privado la huelga tiene poca incidencia. Los servicios mínimos del transporte han garantizado el acceso a los puestos de trabajo. Los sindicatos se muestran comprensivos con esta actitud, que no impide a muchos franceses apoyar el movimiento contra la prolongación de la edad legal de la jubilación de los 60 a los 62 años.

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