Internacional

Obama vuelve a atacar a Wall Street

Barack Obama que en estos momentos se encuentra de gira por todo el país en busca de votos, lleva varios días lanzando ataques contra los grandes bancos y las mayores corporaciones del país. El último ha llegado desde un diario reputado de estar cerca del presidente, The New York Times, que ha desvelado donaciones de bancos y empresas a la Cámara de Comercio de EEUU a cambio de una oposición política a las reformas.

Las firmas destapadas por el rotativo -mediante registros fiscales, fundaciones corporativas y documentos públicos, ya que las donaciones a la Cámara tienen derecho a ser anónimas- son Goldman Sachs, Prudential Financial, Chevron Texaco y Dow Chemical, entre otras.

Al parecer, la intención de estas grandes firmas es la de “financiar mucha de la agenda política y legislativa” de la Cámara de Comercio, un organismo que ha tomado un papel cada vez “más agresivo” en las elecciones políticas del país. Este rol incluye actualmente gastos récord para unos comicios intermedios en apoyo a candidatos que, en un 90% de los casos, son republicanos.

Según informó el periódico neoyorquino, esto explica la resistencia que el organismo ha mantenido contra el hecho de desvelar de dónde proceden las donaciones a este tipo de instituciones.
Las pesquisas del diario señalan a Prudential Financial como el mayor donante, con dos millones de dólares otorgados en 2009. Dow Chemical, por su parte, ingresó en la cartera de la Cámara 1,7 millones de dólares en ese mismo período, mientras que Goldman Sachs, Chevron y la holandesa Aegon pusieron sobre la mesa ocho millones a la citada institución el año pasado.

Las conclusiones que se sacan son sencillas: las grandes empresas estadounidenses contrarias a la ‘ola renovadora’ que pretende instaurar Obama pelean su batalla política a través de la Cámara de Comercio del país.

Precisamente en algunas bitácoras financieras se está hablando estos días de la implantación de la reforma financiera firmada por Obama el pasado mes de junio. Y las perspectivas no son optimistas para la también conocida como la reforma Dodd-Frank.

“Van [las autoridades] a tardar años en llevar a la práctica esto, y mientras Wall Street sigue trabajando de la misma forma”, se lamentaba un bloggero. Los grandes damnificados de estas operaciones son los fondos de pensiones, que en EEUU tienen un peso importante. Ellos han sido las mayores -y más suculentas- víctimas de las inversiones arriesgadas, que si no conllevan beneficios impiden a un determinado porcentaje de los afiliados no poder acceder a la pensión contratada.

Uno de los ejemplos más utilizados es el acuerdo que ofreció JP Morgan a fondos como el de la ciudad de Nueva York, el de los trabajadores de IBM o el que aglutina a los artistas de televisión y radio del país. Las inversiones que realizó el banco con el dinero de los fondos no tuvieron éxito. Ahora la entidad exige 500 millones de dólares a estos clientes para cubrir las pérdidas ocasionadas.

La noticia desvelada por el rotativo neoyorquino precede a la que se ha conocido esta semana, relacionada con Bank of America. Esta entidad se enfrenta a la Reserva Federal (Fed) de Nueva York, que exige al banco que pague parte de la factura que dejaron tras de sí las famosas hipotecas ‘subprime’.

La Fed, junto a la hipotecaria intervenida por las autoridades Freddie Mac y otros fondos, busca que la entidad recompre 47.000 millones de dólares (33.700 millones de euros) en préstamos hipotecarios fallidos empaquetados en bonos por su filial Countrywide Financial, adquirida por el banco en 2008, en plena crisis financiera. Este mensaje se da poco después de que Bank of America haya declarado que volverá a llevar a cabo desahucios masivos en las ciudades de EEUU.

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