Internacional

Negociación…

Varias voces conciliadoras han surgido desde el interior del Banco Popular de China tras la declaración de intenciones de Tim Geithner, el secretario del Tesoro de EEUU. El responsable económico de Barack Obama mostró su predisposición a lograr un acuerdo con Pekín en la ‘guerra de divisas’ para rebajar la tensión. La pregunta es si lograrán llegar de la mano a la reunión del G-20 dentro de dos semanas.

La opinión generalizada entre los expertos es que quedan muy pocos días para el encuentro de Seúl. De hecho, este será el único obstáculo para lograr el acuerdo; el tiempo, según varios analistas consultados por Dow Jones, cuya identidad no ha sido revelada.

No obstante, si bien estas conversaciones y un previsible pacto podrían limar las asperezas existentes entre Washington y Pekín, en sentido contrario podría también incrementar el enfado de otras potencias, como Japón o Alemania. Esto se debe a que todo parece indicar que el acuerdo se centrará en limitar el comercio entre China y la primera potencia del mundo, debilitando de esa forma aún más el dólar y fortaleciendo, a su vez, otras divisas como el yen y el euro. Algo que preocupa a las autoridades de Japón y varios países europeos, en especial Alemania, cuyas exportaciones suponen buena parte de los ingresos que reciben anualmente.

Las potencias latinoamericanas se están viendo especialmente afectadas por este conflicto en el asunto de las divisas. Principalmente es Brasil, seguido de Colombia, el país que más medidas proteccionistas está asumiendo para mantener su moneda -el real- bajo y competitivo.

La agencia de calificación Moody´s, por su parte, ha elaborado un informe en el que asegura que los ‘ratings’ de estos países no se verán afectados en el corto plazo. Sin embargo, la calificadora no ha querido hacer una valoración del largo plazo, pues necesita mantener la vigilancia para poder juzgar entonces, según explica su propio documento. “No vemos un impacto directo ni cercano en los ‘ratings’ de Latinoamérica, pero debemos monitorizar su evolución ante este escenario que se está dando a escala internacional”, aseguraba el informe de la agencia.

En Asia también están preocupados, más allá de Japón, por el control que las autoridades chinas ejercen sobre el yuan. Esta semana tendrá lugar en Vietnam la cumbre anual que reúne a los países del sureste asiático, y en la que se tratará en el aspecto económico sobre todo el asunto de las divisas. Aunque los analistas dudan que países como Filipinas o Tailandia puedan convencer a Pekín de que asuma un control más moderado sobre su divisa, dan por hecho que intentarán por todos los medios conseguirlo para así restar buena parte de la presión con la que cotizan sus respectivas monedas.

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