Los activistas más salvajes del ala más derechista del ‘Tea Party’ se mueren de envidia desde hace un par de semanas, después de haber conocido los planes de liberalización del mercado laboral que piensa poner en práctica La Habana el próximo año. No es para menos. Ni los estrategas más extremos del neoliberalismo se han atrevido a tanto. Los dirigentes comunistas cubanos les han tomado ventaja en su propio terreno. Después de anunciar hace meses el despido de medio millón de funcionarios, el diario Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba, explicó a la población el pasado 7 de diciembre cuál será el finiquito de los afectados.
Los nuevos ‘disponibles’, recibirán un mes de sueldo más un complemento del 60% al salario básico mensual por cada diez años trabajados, durante un máximo de cinco meses. Nada más. No hay subsidio de desempleo y hay quien asegura que no se descarta que se les cobre en el futuro la atención médica. De modo que Cuba será la Meca del despido libre.
