Economía

RBS subasta sus créditos hipotecarios españoles

Varias firmas de capital riesgo y fondos de inversión de EEUU han entablado conversaciones con el Royal Bank of Scotland (RBS) para comprar parte de la cartera de préstamos inmobiliarios del banco británico en España. La operación, que asciende a casi 1.260 millones de euros, según fuentes del sector, podría suponer la antesala de la entrada de estos fondos institucionales en la reforma de las cajas.

El RBS, participado en su mayoría por el Estado británico, tendría el objetivo de mejorar su balance financiero global y procurar un lavado de cara a sus cuentas este 2011. Este proyecto se enmarca en el plan de la entidad por mejorar su posición con la venta de sus negocios no esenciales. Sin embargo, esta operación llama la atención porque los créditos inmobiliarios españoles no estaban dentro de las imposiciones que Reino Unido marcó a RBS como contrapartida por haber recibido ayudas estatales recientemente.

La operación se divide en dos lotes de riesgo. El más seguro roza los 700 millones de euros, mientras que el resto corresponde al lote considerado de alto riesgo. Esta noticia viene a confirmar los avisos de la directiva de Colonial sobre la vuelta de los inversores internacionales al ladrillo español.

Entre los interesados en la cartera de créditos hipotecarios se encuentra Apollo Investment Corp, Cerberus Capital, Lone Star, Blackstone Group y las divisiones inmobiliarias de Goldman Sachs y Morgan Stanley. Además, es esta última la gestora del proceso de venta, según asegura la agencia Dow Jones. Fuentes próximas a la operación han confirmado a EL BOLETÍN la existencia de negociaciones que, en ningún caso, se replicaría en sucesivas operaciones con otras entidades españolas.

La esperanza de que los fondos internacionales pudieran entrar en las ‘nuevas cajas’ a través de este sistema no parecen confirmarse. Sin embargo, ésta sería una fórmula para salvar los impedimentos que hasta ahora se han planteado para una entrada directa en el accionariado, referidos sobre todo a la salud de sus cuentas.

La venta de los negocios en ladrillo solventaría en buena medida las necesidades de capital que se imponen a las cajas de ahorros, a las que el Gobierno podría exigir hasta un 10% de core capital, frente al 8% de los bancos. De hecho, las nuevas entidades que atraviesan una situación más dura como Catalunya Caixa, la fusión entre Caja España y Duero y Novacaixagalicia son las más expuestas al sector inmobiliario, con un 23,7%, un 28,9% y un 55,6% respectivamente de su total crediticio.

Esta fórmula de entrada, que por el momento no parece estar en los planes de los fondos internacionales, permitiría a las cajas deshacerse de su exposición al ladrillo a la par que mejorar su ‘core capital’ ante las exigencias finales del Ejecutivo.

Las necesidades de refinanciación del sector bancario español se presentan ahora más atractivas para los fondos de inversión que al comienzo del proceso de reestructuración bancaria. Sin embargo, para entrar en su capital exigirán una posición de control con su correspondiente asiento dentro del consejo de las entidades. También parecen interesarse por las operaciones con considerables descuentos sobre activos.

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