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Los resultados del Deutsche Bank ponen en evidencia la mala situación del sistema financiero alemán

El mayor banco por activos de Alemania, y uno de los mayores del mundo, ha evidenciado hoy tras la presentación de los resultados que cierran 2010 la mala situación en la que se encuentra el sistema financiero alemán. La entidad que preside Josef Ackermann ha cifrado un beneficio neto anual de 2.310 millones de euros. Un 53,5% menos que lo recaudado en 2009, 4.970 millones de euros, y muy por debajo de lo que han conseguido otros grandes bancos europeos, como el Banco Santander, que ha reportado 8.181 millones de euros de beneficio neto.

Los resultados del cuarto trimestre del Deutsche Bank registraron un beneficio neto de 601 millones de euros, coincidiendo así con el aviso que la entidad realizó a comienzos de semana, cuando rebajó las previsiones de los analistas. En el mismo periodo del 2009 el banco que dirige Josef Ackermann registró 1.300 millones de euros de beneficio neto. A pesar de estos números, el banco se ha mostrado confiado en cumplir con las previsiones establecidas para 2011, “a pesar del complicado entorno económico, lleno de incertidumbres”, en palabras el consejero delegado de la entidad.

Desde el banco han explicado que los costes de la adquisición e integración del fondo Sal Oppenheim, así como incrementar la participación en otro banco, Deutsche Postbank, han influido en estas cifras. El negocio de banca de inversión, en cualquier caso, sigue siendo el más rentable de esta entidad, ya que ha logrado unos ingresos netos se incrementó un 31% en los últimos meses de 2010.

Los resultados del gigante teutón evidencian un sistema bancario más que dañado. Sin ir más lejos, fue el propio Bundesbank el que hace unos días quiso hacer pública su animadversión hacia las nuevas pruebas de solvencia que tendrán lugar en marzo, tras alegar que son “un riesgo añadido” y no parte de la solución.

Pero Deutsche Bank es sólo el ejemplo más mediático. Un caso más grave, aunque menos notorio debido a su carácter regional, son las cajas de ahorro alemanas, también conocidas como ‘landesbanken’. Estas instituciones financieras han recibido por parte del Estado alemán casi medio billón de euros (452.000 millones, en concreto) entre 2008 y 2009, los años de crisis más virulentos. Inicialmente los landesbanken eran once, pero tras la fusión del Sachsen y el Baden-Wurtenberg (el primero ingirió demasiadas hipotecas ‘subprime’), se quedaron en diez.

Ahora los ojos están puestos en una de las cajas más importantes por su volumen de negocio con la mediana empresa alemana; el WestLB, landesbank, además, de la región más industrializada de Alemania.

Ya han sido varias las informaciones (publicadas, entre otros, por Financial Times Deutschland) que han apuntado a una quiebra próxima en tiempo y en espacio. Todas las voces apuntan a que esta entidad, o logra un comprador privado, o puede ir despidiéndose de sus clientes. Hace unos días parecía que la entrada del estatal China Development Bank en su accionariado podía solucionar parcialmente las cosas, pero la entidad asiática se retiró. Ahora, al WestLB, le quedan tres oportunidades de salvación: los fondos de inversión Blackstone Group, JC Flowers & Co. y Apollo Management, con los que aún mantiene negociaciones.

Sin embargo los directivos de esta caja de ahorros no deben tenerlas todas consigo, pues según las últimas informaciones éstos se encuentran también negociando en estos momentos con las autoridades regionales para que las divisiones que operan con las medianas empresas, la de pagos y la de cuentas de ahorro se pongan, llegado el caso, a disposición de otros landesbanken de la zona, mientras que el resto de los activos podrían trasladarse a un ‘banco malo’ que los archive y los gestione.

WestLB llega recibiendo ayudas estatales desde 2008. En concreto recibió una inyección en la primavera de 2008 (es decir, antes de la quiebra de Lehman Brothers) y otra en diciembre de 2009. Una fuente de esta entidad ha confirmado a EL BOLETÍN que la Comisión Europea (CE) ha pedido una salida a los problemas financieros antes del próximo 15 de febrero. “De momento hay muchas negociaciones sobre la mesa, pero no hay resultados oficiales todavía”, aclaró esta fuente.

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