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SecondMarket: “Nuestro mercado ayuda a las empresas a salir a Bolsa”

Los mercados privados de Internet, en los que los inversores más acaudalados del mundo compran y venden acciones de empresas que aún no cotizan en las bolsas tradicionales, ganan fama cada día. En opinión de Aishwarya Iyer, portavoz de SecondMarket, una de las principales plataformas financieras de este tipo, la creciente popularidad de estos sistemas se debe al ‘boom’ de las tecnológicas como Facebook o Twitter y también a la capacidad de llegar a cualquier rincón del mundo gracias a su formato digital.

“Hemos sido rentables desde el primer día de nuestra existencia [en 2004], pero fue a partir de la entrada de Facebook a ‘cotizar’ cuando comenzamos a experimentar una evolución sorprendente”, aclara Iyer desde su despacho en la sede central de SecondMarket, ubicada en Nueva York. “Lo de Facebook surgió en 2008, cuando uno de sus empleados vino a vernos y nos preguntó si podía vender los títulos que le habían dado como compensación por su trabajo. Nosotros nos preguntamos ¿y por qué no?, así que tras realizar un estudio dimos vía libre a los títulos de esta red social”.

Desde entonces, SecondMarket no ha parado de crecer. Tal ha sido la evolución de esta plataforma para operadores que uno de los hombres más ricos de Asia, y el 14 del mundo según la revista Forbes, Li Ka-Shing, decidió involucrarse con este mercado donando 15 millones de dólares a finales de 2009. Su interés venía dado por la naturaleza de este proyecto de futuro en donde unas acciones que no cotizan nominalmente en los mercados tradicionales se revalorizan progresivamente hasta que acontece la salida a Bolsa.

Este concepto lo explica Iyer: “Antes, hace más de una década, una empresa tardaba entre tres y cinco años en salir a Bolsa; ahora le cuesta entre siete y once años y para sus directivos es como andar a oscuras y de repente encender una luz. Nosotros simplemente ayudamos a esas compañías que aspiran a salir a los mercados tradicionales a que se habitúen a los procesos de compra y venta a través de nuestra plataforma. Somos un paso previo para ellas, un proceso de transición”.

La modestia de Iyer contrasta con las pretensiones reveladas por su jefe, Barry Silbert, fundador y consejero delegado del portal, que en una entrevista concedida a la cadena CNBC el pasado diciembre aseguró que su objetivo es posicionar este tipo de mercados como una alternativa a las salidas a Bolsa tradicionales. Estas declaraciones pueden verse en un vídeo expuesto en la página de SecondMarket.

La llegada de reconocidos inversores con dinero al proyecto posibilitó que SecondMarket acrecentase aún más su fama. “A raíz del interés de Ka-Shing, el fondo soberano de Singapur, Temasek Holdings, también decidió colaborar con nosotros, y desde SecondMarket, a su vez, apostamos por abrir una nueva oficina en Hong Kong que se sumaría a las de Nueva York y Silicon Valley”, explica Iyer.

Además, el mercado también cuenta con un equipo de personas en Tel Aviv, un “punto de encuentro muy caliente para emprendedores”, en palabras de la portavoz. De hecho, en el portal de la plataforma financiera se puede observar un apartado escrito única y exclusivamente en hebreo.

Esta expansión ha dado sus frutos, y si en noviembre de 2009 el mercado apenas contaba con 5.000 operadores, ahora cuenta con 35.000 registrados (lo que ha supuesto un incremento del 400% del dinero cerrado en las transacciones; de 100 millones de dólares en diciembre de 2009 a 400 millones en diciembre de 2010). Una evolución parecida a la que ha experimentado SharesPost, una plataforma financiera californiana de índole similar, que fue creada en 2009 y a fecha de hoy cuenta con 40.000 usuarios dedicados también a especular con el precio de lo que valdrán las compañías -y en especial las ‘puntocom’ de nuevo orden- cuando salgan a los mercados tradicionales.

Ha sido la expansión de un proyecto que pretende revolucionar los mercados bursátiles de toda la vida la que ha concedido al fundador de SecondMarket un billete para el Foro Económico Mundial, que se organiza estos días en Davos. Allí, esta plataforma podrá promocionarse ante más de 2.500 personas que, en su conjunto, suponen uno de los grupos más influyentes del mundo en todos los aspectos.

No obstante, todos estos éxitos y futuras aspiraciones deben enfrentar, tras más de dos años de crisis financiera internacional, la sombra de las dudas sobre su transparencia y seguridad. Porque no sólo las prometedoras tecnológicas que aún no cotizan en los mercados tradicionales operan en SecondMarket y espacios similares. También otra serie de productos que, a raíz de la crisis, han cosechado al adjetivo de infames.

Es el caso de las titulaciones respaldadas por activos (asset backed securities), los activos y reclamaciones de compañías en quiebra (bankruptcy claims), los valores garantizados por hipotecas inmobiliarias (RMBS), los préstamos al por mayor (whole loans), las participaciones en fondos de capital riesgo, ‘hedge funds’ o fondos de pensiones (limited partnership interests) e, incluso, los CDOs (collateral debt obligations), que quizás sean los más conocidos al representar el paradigma de la especulación financiera que desembocó en la crisis de las hipotecas ‘subprime’.

“Claro que estamos regulados”, contesta inmediatamente la portavoz de este mercado al mencionarle este aspecto. Aunque Iyer también reconoce que parte de su competencia no lo está. “Estamos regulados tanto por la SEC como por Finra [el regulador independiente más grande de EEUU], porque para nosotros es extremadamente importante estar regulado y, además, también trabajamos mano a mano con las compañías implicadas en nuestras operaciones”, explica.

¿Qué clase de colaboración?; “Por ejemplo, si un empleado de una empresa ‘privada’ llega con acciones de esa misma empresa para empezar a operar con ellas, nosotros contactamos con la compañía en cuestión antes de dar luz verde al empleado. Entonces, [a los directivos] les explicamos el panorama para posteriormente ofrecerles toda nuestra ayuda si desean crear un ‘micro mercado’ dentro de nuestro mercado en el que los responsables de esa empresa puedan decidir quién compra, quién vende y qué cantidad de dinero puede moverse en un día con sus títulos”, explica.

También se examina cuidadosamente, y a pesar de las apariencias, al futuro millonario interesado en participar antes de permitir su acceso a SecondMarket. “Nuestros expertos se ponen en contacto con el usuario una vez registrado y éste debe acreditar ser un ‘inversor acreditado’ según la definición de la SEC “. Es decir, que el futuro operador debe demostrar que sus ingresos en los últimos tres años han superado los 200.000 dólares anuales o que su patrimonio, sin contar la primera vivienda, supera el millón de dólares. Un requisito que, por ejemplo, también tiene validez en SharesPost.

Otra de las cuestiones que levanta sospechas es el modo de cerrar un acuerdo. SecondMarket alardea de ser una plataforma electrónica en la que no se necesita el papeleo tradicional para lograr comprar productos financieros. Pero esa supuesta ventaja, a su vez, podría facilitar una estafa.

“El usuario debe saber que hay un equipo de gente dentro de lo que podríamos llamar asesoría legal que revisa constantemente que las transacciones se realicen conforme al acuerdo alcanzado entre dos operadores”. Esto significa que, cuando el experto de SecondMarket contacta con el usuario recién registrado en el mercado virtual, exige una serie de datos para poder llevar a cabo reclamaciones en caso de impago u otras irregularidades.

En el caso de SharesPost, por ejemplo, el proceso es revisado por la entidad US Bank, que además actúa como custodio hasta que tanto el comprador como el vendedor obtienen lo acordado. En este caso, en cuanto se confirma la operación por ambas partes, el contrato es legalmente vinculante y, por tanto, debe ser realizada.

¿Y el precio?, ¿quién lo fija? Según Iyer, en ningún caso los mercados, que están ahí como un simple lugar de encuentro. “El acuerdo sobre el precio tiene lugar entre el comprador y el vendedor única y exclusivamente” aclara.

Por tanto, todo parece estar bajo control. Sin embargo, muchos inversores tomarían precauciones adicionales si supiesen qué clase de ‘traders’ opera en este tipo de plataformas virtuales. Del total de compradores que operan en SecondMarket, más del 50% son fondos de inversión alternativa; en concreto de capital riesgo (en torno a un 40%), pero también están los mundialmente conocidos -a raíz de su papel en la crisis de deuda europea, por ejemplo- ‘hedge funds’ (en torno a un 10%).

Sea como fuere, lo que es indudable es que estos mercados privados de Internet ya son muy tenidos en cuenta en el entramado financiero estadounidense, y pronto lo serán a escala mundial.

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